1. La Sonrisa de los Ángeles

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A TRAVÉS DE LAS TINIEBLAS

A TRAVÉS DE LA LUZ

INMERSA EN EL ALFA Y EL OMEGA DEL TIEMPO,

MI ALMA LLEGARÁ A TI...

PORQUE EL AMOR LO PUEDE TODO...

INCLUSO, DETENER LA MUERTE.


CAPÍTULO I


Dos lágrimas rodaban por su mejilla mientras sus cándidos ojos verdes fijaban la vista en el horizonte... en la mano izquierda sostenía una maleta y con la derecha agarraba fuertemente el sombrero de alas anchas que la ventisca intentaba quitarle. Miraba por última vez el Hogar de Pony, un tenue rayo de luna caía sobre el tejado; Miena la observaba silenciosa desde lejos, como si supiera que ya no volvería a verla en mucho tiempo, mientras, Klin se revolcaba desesperadamente intentando zafarse de las ataduras que le impedían seguirla.

Señorita Pony... Hermana María... tengo que hacerlo, tengo que sacarme este dolor del cuerpo que no me permite vivir. Sé que lo entenderán algún día... adiós, adiós!

Candy comenzó caminar entre la fría nieve, sus botas rojas se hundían hasta media pierna mojándole el pesado abrigo con el cual intentaba cubrirse del inclemente invierno. Los helados copos arreciaron contra su rostro, dificultosamente mantuvo la vista en el camino... dos, quizás tres horas, el tiempo ya no le importaba, hasta que finalmente pudiese ver el portal que franqueaba el jardín...

Anthony... aquí estoy, no podía irme sin despedirme de ti... Ay Anthony! Si estuvieras aquí, no sabes cuanta falta me haces... primero tú, Stear y luego Te...

Candice se quedó atónita ante lo que veían sus ojos... frente a ella, una Dulce Candy estaba completamente abierta... se acercó lentamente, como esperando que aquel milagro se desvaneciese a su contacto, pero no, era real, muy real.

Con mucho cuidado cortó la flor cobijándola en sus heladas manos, un calor inusitado comenzó a invadirla y supo que esta vez no iría sola... él estaría ahí, poco a poco la tristeza que la invadía se fue apoderando de su pecho, mismo que las espinas de la flor estaban haciendo sangrar, sus lágrimas se confundían con la nieve, las piernas se negaban a sostenerla más y solamente musitaba

Anthony... Terry... ¿por qué?

Finalmente rompió en llanto, llanto que estaba guardado desde hacía un año y que ahora hacía fluir la tristeza que la estaba quemando por dentro; poco a poco fue incorporándose con dificultad, guardando la flor dentro de su abrigo, buscando algo en su bolsillo... el rayo de luz nocturna hizo brillar el broche de la insignia familiar Andley, Candy lo envolvió delicadamente en un pañuelo y lo enterró justo bajo el rosal.

Te prometo que algún día volveré... y estarás orgulloso de mí... es ahora o nunca, regresaré Anthony, regresaré.

La rubia se alejó lentamente, dio una última mirada al portal con un gran suspiro y se encaminó hacia su destino: olvidar a Terrence, aunque en ello se le fuese la vida.

De haberse quedado unos minutos más, la joven hubiese podido ver a la persona que en esos momentos desenterraba el broche... una sonrisa aparecía en su rostro, mientras el viento invernal se llevaba sus palabras "Candy"...

La Sonrisa de los ángelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora