Besar el cielo con los labios estaba de puta madre cuando me lo enseñaste tú.
Probar el sabor del asfalto,
es otro rollo.
Ahora si empiezo a entender que en el modo avión pausas pero no vuelas,
que las alas se te congelan,
y esperan.
Pero nunca llegas.
Las cosas importantes las dejaste bajo tierra.
Y yo solo me muevo con la marea.
Así que intento que todo lo demás empiece donde acaba la corriente,
para lograr fundirme con la sal de la orilla y que ya no me escuezan tanto las heridas.
Es parte de la vida.
Pero ya no me concentro en la base para llegar arriba. Ahora inicio en el tejado,
y de ahí,
boca abajo.
Desde ahí,
las ruinas tienen atajo.
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Con la piel de tinta.
PoesiaLas letras son para los valientes, decía mi padre. No entendí que el valor de éstas se regala en tu propia descomposición y que para ello hay que expresarlo sobre un papel en blanco. En otras palabras; hay que ser valiente para desangrarse en verso...
