POV Calle
Tenía muchos sentimientos encontrados, estaba en una cita con la chica más hermosa del planeta, mi padre seguía fastidiándome la vida, Erika y su tonta tolerancia que en realidad generaba odio. Hacía mucho que no veía a Laur. Y ahora tenía rabia. Ira. Frustración. Quería matarla. El agua estaba realmente helada, sentí cómo nos miraban todos los presentes en el restaurante. Sentí mi cara arder de la ira. Sentí un hielo entre mis senos y otro en mi pierna. ¿Qué estaba haciendo mal para merecer esto?
Poché: Calle, ven, hermosa, vamos a secarte .- La escuché decir muy calmadamente, ¿estaba calmada? ¿¡POR QUÉ ESTABA CALMADA!? Su ex... no había pensado en eso, Laur es su ex, Laur besó sus lindos, suaves, carnosos, preciosos ¡Concéntrate, Daniela! Labios, había tocado partes de su cuerpo que no se veían, sentí una pizca de celos... Su ex novia, mi ex mejor amiga ahora me odiaba y acababa de tirarme un vaso de agua helada. Tenía hielo. Tenía mucho hielo.- Hermosa.- La escuché decir de nuevo.
Lauren: ¿Por qué sigues con ella? Hasta te ignora.- Solo escuchaba, no estaba en mí, no podía moverme, no podía hablar, ¿qué me estaba pasando?.
Poché: Cállate, Lauren. Déjame vivir mi vida, tú y yo ya acabamos.- Noté un poco de rabia en su voz, luego volteó en mi dirección, suavizó sus facciones y me dijo lo más hermoso y tierno que he escuchado en mi vida.- Frutica, vamos.- Me tomó de la mano y pude reaccionar. Nos levantamos y fuimos caminando a algún lugar que supongo que era el baño, me estaba guiando, me llevaba de la mano. Era perfecta. Es perfecta. Siempre lo fue, siempre lo ha sido. Era una serendipia. Mi serendipia.
Calle: Poché....- Me miró tan tierno que creí que moriría ahí mismo.
Poché: Calle...
Calle: He soñado contigo casi cada noche de esta semana.- vi que empezó a sonrojarse un poco.-, mejor dicho, he soñado contigo cada noche desde que te vi.- vi cómo ese rojo hermoso se empezó a extender por toda su cara y la invadió completamente.
Lo siguiente que sentí fue lo había querido sentir hace meses, con lo que había soñado hace mucho. Por primera vez se sentían cómo encajaban mis labios completamente con otros. Sentí su mano en mi cintura y la otra entrelazando nuestros dedos, se sentía tan bien, se sentía tan correcto, era el momento perfecto. Al fin, la pequeña chica de mi sueños me besó.
