POV CALLE
Poché venía en camino y no sabía que hacer, todo estaba literalmente hecho un caos. Sabía que ella merecía a alguien mejor pero la quería conmigo.
Me dispuse a limpiar hasta que sonó el timbre. Estaba sudada, olía a alcohol, estaba un poco mareada pero al menos la casa se veía un poco más presentable. Fui a abrir la puerta para darme cuenta que no era quien esperaba. Era Juliana. Y se dio cuenta que estaba muy tomada.
Juliana: ¿Esperas a alguien, hermanita?.- Dijo mientras entraba, sin importarle quitarme para hacerse paso.
Calle: Espero a Poché.- Dije, enojada.- No es que sea de tu incumbencia pero tengo mucho que hacer, así si puedes irte, te lo agradecería.
Juliana: No seas así conmigo, sé que me equivoqué pero he cambiado, quiero demostrártelo.- Dijo mientras se acercaba a la escoba que tenía junto al mesón.- Yo terminaré de limpiar y te haré un café mientras tú te das una ducha rápida y te cambias.
Calle: ¿Por qué harías eso?.- Le pregunté escéptica.
Juliana: Porque eres mi hermana, Dani y te extraño. Tengo la culpa de que estés como estás, quiero intentar compensarlo.- Dijo empezando a barrer.- Quiero volver a ser parte de tu vida, ser tu amiga, tu hermana, la persona a la que solías admirar. Quiero conocerte de nuevo, estar contigo en esta nueva parte de tu vida, y si es posible, conocer a Poché también.
No tenía opción. Era aceptar su ayuda o que Poché me viera así y claramente no quería que volviera a verme en este estado. Así que subí las escaleras a una velocidad nunca antes vista y a la mitad del recorrido tuve que parar porque estaba por caerme. Realmente había bebido mucho.
Después de ducharme con agua helada y gritar por ella, cambiarme y verme lo más presentable posible, me di cuenta de que me dolía mucho la cabeza, así que decidí bajar por ese café que Juliana me había prometido.
Al bajar, me di cuenta que Poché había llegado, estaba hablando y riéndose con Juliana, me detuve un momento antes de que me vieran a escuchar lo que decían, no era que quisiera chismosear, pero quería saber qué era tan gracioso.
Juliana: Entonces eso pasó cuando Dani tenía 6 años. Era una pequeña muy testaruda, era difícil de controlar, me sorprende que no se haya partido la cabeza en su niñez.- Dijo riéndose.
Calle: ¡HEY!, creí que ese iba a hacer nuestro secreto, que nunca dirías lo que pasó.- Dije riéndome por recordar la caída que tuve desde un columbio. Volé por aproximadamente 8 segundos y al llegar al suelo, me partí el brazo y me raspé varias partes del cuerpo, aun tengo varias de esas cicatrices.
Las dos voltearon a verme. Ahí estaba ella. Poché. Se veía hermosa pero cansada. Tenía unas grandes ojeras, se veía preocupada. Sonrió al verme pero no estaba en ella esa chispa que la caracterizaba.
Juliana: Bueeeeno, creo que me iré, ya estuve mucho por hoy.- Dijo mientras levantaba el bolso que tenía. ¿Por qué no había visto ese bolso antes?.- Chao, Poché, espero que podamos seguir conversando después.
Poché: Chao, Juli, espero lo mismo.- Dijo mi peliazul dándole una sonrisa tímida.
Juliana: Chao, Dani, espero que podamos hablar pronto.- Dijo mientras se acercaba a mí, me daba un pequeño abrazo y se iba.
Con su abrazo, no tuve tiempo de reaccionar, no pude ni decirle chao. Era algo que no esperaba.
Poché: Gorda, ¿estás bien?.- Preguntó preocupada al ver que no me movía y no reaccionaba.
Calle: Lo estoy, solo me duele un poco la cabeza.- Le dije mientras me acercaba a ella.- ¿Lo estás tú? te ves un poco....- hice una pausa mientras suspiraba.- cansada. ¿Pudiste dormir?
Poché: Estoy bien, gorda. Deberíamos hablar de lo que pasó...
Al decir eso me pregunté qué partes de la verdad debía decirle, creía que si le decía toda la verdad no querría estar más conmigo.
Me equivoqué.
