Siete

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Eran las cinco de la tarde cuando Yuta llegó a casa de Sicheng. No era tan lejos, al parecer. Vio a Taeil saliendo de una casa, así que pensó que sería ahí.

Esperó detrás de los arbustos, ya que no quería tener un problema, si Taeil lo veía se pondría paranoico, y Yuta no quiere eso.

Fueron menos de tres minutos, cuando se había ido, se acercó a la puerta y tocó.

Sicheng abrió la puerta. Se veía normal, tenía ojeras, pero no estaba pálido, y se veía un tanto feliz.

"Hola Sicheng, ¿cómo estás?" le sonrió.

"Hola, Yuta. Bien, ¿qué te trae por acá?"

"He venido a visitarte un rato, tenía tiempo libre"

"Mh, está bien. Por favor pasa"

Yuta entró a la casa del menor. Era bonita, había un televisor en la sala, y el comedor estaba cerca.

"¿Vives con tus padres?" preguntó el japonés.

"Con mi abuela, vivo solo con ella" a lo que Yuta asintió.

Sicheng le pidió que se sentara en el pequeño sofá, que regresaría en un momento. Yuta comenzaba a preguntarse ¿por qué vine?, no tenía nada que hacer ahí.

"¿Quieres jugar algo?" Sicheng apareció repentinamente sacándolo de sus pensamientos.

"¿Eh?"

"Debería preguntar si quieres tomar algo, pero realmente no se me apetece ir a ver si tenemos algo que darte. Perdón por ser grosero, así que, ¿quieres jugar algo?"

"Está bien. Elige algo tú, es tu casa"

"Tú eres el invitado" Yuta rió un poco, y Sicheng sonrió. Tal vez es bueno que haya venido.

"En realidad no me has invitado, yo he venido, debes decidir"

"¿Uno está bien? ¿Monopoly?"

"¿Ambos? Me gustan los juegos de mesa, pero Uno primero"

Yuta y Sicheng se estaban tratando como si fueran amigos, a penas se habían conocido pero ya se tuteaban e iban a jugar Uno y Monopoly, Yuta solo jugaba juegos de mesa con su familia, nunca los jugó con sus amigos. No le importó realmente, le gustaba tratar a Sicheng de esa forma, y le gustaba que Sicheng lo tratara así, lo hacía sentir cómodo.

"Está bien, jugaremos Uno primero. Pero no hagas trampa, lo sabré"

Sicheng estaba emocionado. Habló con Taeyong sobre eso, él quería que Yuta fuese su amigo, cuando lo vió en la puerta se puso feliz, y no quería estar nervioso, así que decidió tratarlo como había estado tratando a Taeyong todos los días que había estado con él. Era un ambiente cómodo sin duda.

"¿Nueve y nueve?"

"¿No son siete y siete?"

"No hay que desperdiciar cartas, Yuta. Es regla. Sobrarán muchas" el mayor asintió y sonrió.

¿Cómo has estado, Sicheng? Me preocupé por ti, ¿te sientes bien? ¿Irás a terapia por tu enfermedad? Quiero ayudarte, dime cómo, por favor.

Sweet South Korea - YuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora