No estoy segura de cómo llegue a este punto de mi vida; sin ilusiones, sin sueños, sin fuerzas para continuar, no es nada nuevo en esta selva donde el verde es reemplazado por los colores pasteles de los vestidos. Eso ya no era importante, no soy la única que siente que no hay nada real por el cual despertar. Se me dieron todas las pistas para saber que no era la persona correcta, al menos para desarrollar todos los anhelos que tenía para vivir, pero me arriesgue, corrijo, me puse una venda en los ojos y continué engañándome segundo a segundo de lo que duró esta inmersión en el lado más oscuro de mi vida, no necesite ningún tipo de alucinógeno, solo fue necesario no dejar hablar a mi ser. Las personas que realmente me quieren no saben cómo levantarme, porque aunque me baño, me visto, salgo y cumplo con mis deberes, mi rostro se tornó sin expresión alguna, no se asoma una sonrisa, las lágrimas se secaron; sigo postrada en el dulce colchón del me da igual.
Hoy es un día normal, con la excepción que decidí seguir totalmente horizontal en el molusco donde la noche saludó al día. Lo único que falta es volverme loca en esta falta de interés, en la cotidianidad que se ha tornado mi vida. Por un momento escucho una voz, que no tengo la más mínima idea de dónde proviene, ahora si toqué fondo:
"-Hola, alguien que me conteste, estoy seguro que hay un interlocutor en algún remoto espacio de mi mente –repetía la voz misteriosa y perturbadora."
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A LA DISTANCIA...
Nouvelles"A la Distancia", es una carta de amor abierta y al azar que le escribió la soledad para el amor con la esperanza que alguien le contestara. Es una breve historia que surgió en una sala de espera con la única intención de no salir corriendo. El per...
