Aquí, conmigo.

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Esta es una de las mini historias de las que ya les advertí que publicaría de vez en cuando. Espero que les guste =D.

Mi amada Montserrat:

Sé que has tomado una decisión, y la verdad es que yo también. He decidido no continuar con este sufrimiento, el verte con otro hace que me duela cada vez más este corazón, que hacía tanto tiempo que no se sentía tan vivo hasta que te conocí.

Los últimos seis meses de mi vida han sido vacíos, sin vida alguna. Ha sido la primera vez en que me doy cuenta del tiempio que transcurre. Desde que tú ya no estás me he dado cuenta que eras tú, Montserrat, la dueña y poseedora de mi alma, de mis pensamientos. Siempre estás ahí.

Mi mundo pareció iluminarse al verte entrar a mi vida, en la que todos los demás parecían un corral de puercos. Tú fuiste la reina, la diosa. Por ti fue que decidí dejar mi vida anterior, una de la que juré más nunca hablar.

Aún no puedo creer que me hayas abandonado cuando te confié mi secreto más oscuro, lo que me provocó este odio hacia las personas. Pensé que me amabas, Montserrat. Al igual como yo te amo y te seguiré amando para siempre.

Por eso es que he tomado esta decisión, pues tu abandono me ha calado hondo, y por más que quiera olvidarme de todas las noches que pasamos juntos, vuelven a repetirse en mi cabeza, tal como si de un mal sueño se tratara.

Tu sonrisa y tu cabello son para mí un regalo, como si pudiera ver el sol justo frente a mi, tenerlo y abrazarlo. Eres algo que jamás pensé conocer, y ahora que lo hice no quiero perderlo. Aún se que muy dentro de ti me amas, pues todavía dejas la ventana de tu cuarto abierta, esperando que yo entre y te salve de todos los que te quieren hacer daño, que te haga el amor tan apasionadamente como aquella vez en la que te confesé la verdad sobre mi pasado.

Por eso es que tomo esta decisión. Allí, en tu clóset, está el cadáver del insignificante humano con el que estabas saliendo, lo he matado porque no valía la pena que estuvieras con alguien como él, tan inferior a ti en tantas formas.

En cuanto termines de leer esta carta, volveremos a estar juntos, mi amada. Te convertiré en lo que soy, en lo que he sido por más de mil años. Para siempre aquí, conmigo.

Theodore.

Delirios y TormentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora