Capítulo I:

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Lo conocí a los diecisiete años en una noche lluviosa de junio si mal no recuerdo. Yo salía de la estación de radio donde trabajaba llevando cafés y recados de un lado a otro, cuando al voltear una esquina terminé en el suelo mojado con mi paraguas volando lejos y un gran dolor en el trasero. Alguien con prisa había tropezado conmigo en medio de la lluvia y me había mandado al suelo.

Él.

Cabello castaño, ojos felinos, labios acorazonados y una expresión preocupada y nerviosa. Juro que esos segundos fueron de los más lentos de mi vida, vi su rostro casi en cámara lenta, notando incluso cómo poco a poco las gotas de lluvia golpeaban su precioso rostro ya húmedo. Pude notar que sus ojos estaban rojos, incluso sus párpados se encontraban algo hinchados, como si hubiera estado llorando recientemente, también estaban sus labios; rojos y algo hinchados igualmente, los cuales temblaban posiblemente debido al frío de esa noche.

—¡Oh, por Dios! ¡Lo sien...!

No pudo terminar la oración porque un camión cruzó a toda marcha sobre un charco que no tardó en salpicar su agua sucia hacia nosotros, terminando de empeorar la situación. La verdad a veces pienso que esos conductores disfrutan haciéndole eso a las personas.

Él escupió el agua que había logrado meterse a su boca y gruñó, agitando su puño al aire y gritándole unos cuantos insultos al camionero que por supuesto, no podía escucharlo. Para entonces yo ya me había levantado y escurrido el agua puerca de la cara, echando un rápido vistazo a mi alrededor a ver si encontraba mi paraguas pero definitivamente este debió ser arrastrado lejos por el viento.

Suspiré, sintiendo una gota resbalarse por el puente de mi nariz hasta caer en la punta de esta, causándome una pequeña cosquilla que deshice al frotar mi dedo contra la nariz. Entonces nos miramos a los ojos por unos segundos, y yo seguí perdido en él, era un chico bastante bonito pese que estaba completamente empapado. Fue él quien habló primero.

—Realmente lo siento mucho —dijo haciendo una pequeña reverencia, noté que temblaba un poco—. ¿Te encuentras bien?

Yo asentí dedicándole una sonrisa para tranquilizarlo. Por un momento me había importado poco estar mojado en medio de la calle con pesadas gotas de agua cayendo sobre mí, pues el desconocido me hizo olvidarlo por unos instantes.

—Me encuentro bien, no te preocupes, no me duele nada —tranquilicé al chico, aunque realmente mentí, pues me dolía mucho el trasero y parte de la espalda baja por el golpe del resbalón, pero sabía que no duraría mucho de todas formas—. Fue un accidente —añadí y el contrario pareció calmarse. Seguramente esperaba que le gritara y reclamara por su descuido, porque mi paraguas se perdió y por el dolor, pero no lo hice porque no soy ese tipo de persona, fue un accidente y el pobre se veía igual que yo. Así que en cambio, lo siguiente que dije en ese momento fue diferente a lo que se esperaba—. ¡Oh! ¿Pero porqué seguimos aquí? Vamos a un lugar seco. A este paso vamos a terminar enfermos —dije con una pequeña risa—. Luces agitado. Deja que te invite algo caliente, ¿si?

Dije sonriéndole con amabilidad, entregándole el bolígrafo que se le había caído al suelo. Este pareció sorprenderse un poco por la invitación, tomó el bolígrafo y miró hacia atrás por donde vino, como buscando a alguien, se veía nervioso. Tal vez se cuestionaba sobre aceptar la invitación de un desconocido con el que acababa de tropezar.

—Creo que más bien yo debería invitarte para compensarte —soltó con una ligera sonrisa. Asintió y se frotó los brazos —. Está bien, vamos. ¡Estoy congelándome aquí! ¡Y ese idiota terminó de joder mi uniforme!

Fue entonces como terminamos corriendo hacia una cafetería para refugiarnos de la lluvia y poder beber algo caliente mientras esperábamos  que cesara la lluvia. Normalmente yo no soy una persona demasiado espontánea, pero estuve tan cómodo con él que de inmediato sentí confianza y comenzamos a hablar para entrar en calor y pasar el rato. Él estudiaba en el mismo instituto que mi mejor amigo, teníamos la misma edad y ambos teníamos perros de mascota. Se presentó como Kim KiBum.

Amor Fragmentado ♡ jongtae¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora