Amor Fragmentado ♡ jongtae¡!

Capítulo VII:

[T A E M I N]

—Eres un sucio —me susurra JongIn al oído con sus manos paseándose por mi cadera, mordiendo y chupando el lóbulo de mi oreja. Mi espalda baja es presionada contra el mesón de los lavabos del baño y las manos del moreno caliente que tengo por amigo no paran de acariciarme y bien, el idiota sabe dónde tocarme.

—Bien que te gustó que te la chupara en la clase de Brown —respondo enredando las piernas en su cintura para mantenerlo cerca cuando termino sentado en el mesón con JongIn entre mis piernas. Deslizo mi diestra por su abdomen esculpido y meto la mano dentro de sus pantalones, escuchando un gruñido de su parte cuando masajeo su pene sobre el bóxer.

Arriba, abajo, apretón, repetir. Ese pedazo de carne me lo metí a la boca cuando estábamos en clases aprendiendo sobre arte conceptual cuando JongIn me empezó a mandar papelitos con cosas jodidamente calientes que me encendieron. Bien, el hombre tiene un físico envidiable y sabe cómo usarlo para su beneficio, no me resistí y empecé a tocarlo, poniéndolo tan duro como lo está ahora. Fingí que se me caía algo y me agache, aprovechando no solo chupársela, sino para comerle la erección, ahogándome con ella cuando el animal me empezó a embestir la boca. Por suerte nos sentamos de últimos en clase y las mesas compartidas son cubiertas, así nadie veía nada. Es tan excitante hacer ese tipo de cosas en público, realmente le hice sufrir por casi ahogarme, y aunque creo que se las cobrará con mi culo por haberle retenido para que se corriera cuando yo quisiera, valió la pena. Ahora estamos en el baño para terminar lo que habíamos empezado.

—Es hora de devolverte el favor—dice deslizando su caliente y húmeda lengua por mi cuello, haciéndome estremecer entre sus brazos. Jadeo moviendo mi cadera para frotarla con la suya, sintiendo mi pene doler y mi ropa interior humedecerse, él me complace y se frota contra mí tan rápido que la fricción es jodidamente placentera.

Nos besamos. Él mordiendo y chupando mis labios sin pudor, yo siguiéndole el ritmo tan desesperado y lujurioso que tiene con mis brazos rodeando su cuello para mantener nuestros rostros bien cerca. Le di total acceso a mi boca, la cual conoce bien, no es la primera vez que nos besamos, obviamente. Su lengua entra y la mía la recibe bien, restregando y chupando la suya. Nos quedamos sin aire pronto, pero eso no nos detiene; nos mordemos y desgastamos nuestros labios entre respiraciones.

—Uhm, JongIn —gimo con el rostro colorado por la elevada temperatura, pidiendo que se siguiera frotando contra mí con un par de movimientos de pelvis de mi parte—. Te quiero dentro, lo necesito—le pido entre besos, estando algo desesperado. Bien, estoy caliente y no podemos demorarnos demasiado jugando, se supone que haríamos un rápido pero yo lo quiero dentro de mí y sé que él también lo desea.

—Te voy a joder duro, Lee.

Terminamos encerrándonos en el último cubículo del baño justo a tiempo, porque pronto entraron varias personas. Ambos nos miramos y sonreímos como el par de calentones que somos, disfrutamos de ese cosquilleo de adrenalina y placer cuando hacemos estas cosas sin saber si seremos descubiertos o no. Me gusta hacerlo con JongIn porque no tiene vergüenza y mucho menos yo, por lo que nos arriesgamos al máximo por sentir más de ese placer peligroso. No es la primera vez que nos escondemos en el baño para hacerlo, tampoco la última seguramente.

Nos fundimos nuevamente en un beso fogoso, JongIn manoseando mi culo como si fuera alguna masa de pan y lo apreta, haciendo que ahogue un gemido contra sus gruesos labios. Pronto termino con los pantalones prudentemente hacia abajo y con mis piernas enredadas a su cadera, la espalda chocando con la pared del cubículo y su pene frotándose descaradamente contra mi entrada. Húmedo, caliente, grueso... Maldito hijo de puta, sabía que se encargaría de torturarme.