Amor Fragmentado ♡ jongtae¡!

Capítulo IV:

Desde que KiBum desapareció ha estado más que soleado, el cielo despejado y más azúl que nunca, las personas en las calles se ven más felices y hasta KyungSoo, un compañero, ha deleitado a todos con su sonrisa. ¿Acaso el Universo no sintió empatía por un simple hombre como yo que sufre por la desaparición de su amor hasta hoy?

Porque son las seis de la tarde y no he podido irme porque dejé mi paraguas sin esperar que al culminar mi periodo de clases, el despejado y brillante cielo de la mañana se convirtiera en uno gris lleno de nubes, donde ni el más tímido rayo de sol alcanza a filtrarse a través de las gruesas nubes.

JinKi y Taeyeon se fueron antes, el primero porque va al cuarto semestre y la segunda porque está en pedagogía instrumental y hoy por falta de un profesor, también pudo irse antes. Y no es que no conozca a más gente, pero  la razón por la que estoy solo en la entrada esperando a que cese de llover es porque la mayoría alcanzó a irse antes de que la lluvia empezará a tornarse más fuerte.

El recuerdo de KiBum llegando el siguiente día de conocernos con un paraguas llega a mi mente y sonrío con los ojos cerrados, recordando a la perfección la forma en la que estaba recostado a la pared junto a las escaleras vistiendo su uniforme mientras sostenía el paraguas, viendo de vez en cuando hacia la puerta giratoria hasta que me encontró y pude ver un rastro de timidez en él.

Te extraño.

Te extraño.

Oh, KiBum...

Aparece.

Me encantaría verlo ahora mismo aparecer entre la lluvia sosteniendo un paraguas. No le haría preguntas, no diríamos nada, solamente nos besaríamos y lloraría por al fin tenerlo conmigo.

Pero lo único que veo es las ramas de los árboles sacudirse por el viento y a lo lejos, los autos que van hacia alguna parte. Y duele. Duele imaginar y desear algo con tanta fuerza para después abrir los ojos y darte cuenta de que todo sigue igual... No estás en otro lado del mundo, no eres famoso, no conoces a tu idol, no tienes un cambio drástico y fabuloso típico de dorama, no tienes a esa persona que tanto quieres y extrañas en frente tuyo.

Duele tanto.

—¿Por qué luces tan triste?

Esa voz suave y tranquila logra que dé un sobresalto, haciendo que la libreta en mis manos caiga al suelo y el lápiz que estaba encima salga rodando hasta detenerse en un pie calzado por una bota negra. Creí que no había nadie conmigo pues en todo caso, estarían dentro del edificio, resguardándose del frío y la lluvia, pero al parecer, no soy el único que está sentado sobre uno de los pequeños muros laterales a la entrada del edificio principal.

Me inclino para recoger la librera rápidamente y al levantar mi vista para ver más que el pie de la persona que me causó el susto, me encuentro con el rostro de Lee TaeMin mirándome con calma y algo de curiosidad.

Admito que de todas las personas con las que esperaba poderme encontrar, la última en mi lista posiblemente sería él. Después de todo, ¿qué hacía el chico popular de primero solo después de clases en la universidad? ¿Y más hablándome?

Podría decir que tal vez se encuentra en mi situación y espera que escampe, pero ese paraguas apoyado en el muro junto a él me hace pensar que no es eso. Tal vez está aquí por gusto. Me doy cuenta de que sigue mirándome y yo a él todavía sin responder, así que comienzo a hablar: