Maniac. || Yoongi || +18

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-¿Cómo se atrevió ese hijo de...? ¡Dios! -

-Tranquilo -

-¡No puedo estar tranquilo cuando...! -

-Yoongi, no pasó nada grave, solo... -

Mina hizo un gesto en sus labios cuando Yoongi movió un poco la bolsa de hielos que tenía puesto en el ojo de la chica.

-Sólo te golpeó como un salvaje, mira nada más como te dejó - Yoongi miró con dolor y tristeza a la chica.

Mina al principio había dudado de sí contestar la llamada cuando había despertado del desmayo. Ella había despertado tan desorientada y adolorida, pero cuando recobró sus cinco sentidos, un temblor llenó su cuerpo de pies a cabeza, y después de eso había decidido que sí contestaría. Ella le contó asustada a Yoongi sobre lo que había pasado, el chico había salido corriendo tan rápido como pudo desde  donde estaba y había llegado a la ayuda de su amiga.

-La policía dijo que el ladrón no se llevó nada, tal vez se asusto y se fue - Mina lo miró con su ojo sano.

-Es peligroso que te quedes aquí, ¿y si esa persona viene de nuevo? -

-No lo creo, además los policías dijeron que harían rondines para verificar que todo estuviera bien, así que esta bien si me quedo aquí - Mina le sonrió para tranquilizarlo.

Claro que por dentro ella estaba que temblaba de miedo, quería salir corriendo hacia donde sus padres se encontraban, pero tenía que ser fuerte, ella ya era grande.

-Tan cabezota como siempre, deberías conciderar quedarte conmigo, al menos hasta que lleguen tus padres -

Mina negó lentamente.

-Gracias, pero me quedaré aquí, si me voy contigo solo preocupare a mis padres al no contestar el teléfono en casa -

Yoongi suspiró derrotado, sabía que su amiga podía ser algo persistente además de difícil.

-Muy bien, pero llámame cualquier cosa, ¿está bien? -

Mina sonrió.

Pero lo que ella no sabía es que todo empezaba apenas.