Maniac. || Yoongi || +18

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Era sábado, no había clases y algunas personas estaban en casa, Mina había optado por quedarse en casa encerrada, solo viendo películas, no quería hacer nada más y que después llegara a casa solo para encontrarse con alguna horrible sorpresa.

Pero lo que ella no sabía era qué, a un par de casas, un auto color negro con vidrios tintados, esperaba, con paciencia y tranquilidad la salida de esa chica, habían pasado más de tres horas y nada había pasado, la persona dentro del auto, vestido de negro y con su rostro cubierto con un cubre bocas negro y unos lentes oscuros, no se veía nada, era paciente.

En el asiento del co-piloto había una caja envuelta con mucho cuidado con un papel de color rosa y negro, los colores convinados hacían un buen juego.

Tanborileaba sus dedos por el volante mientras tarareaba, hace unos días había vicitado esa casa y había dejado un regalo, él no quería hacer eso, pero lo que había visto lo hacía enfurecer. Hoy quería recompensarla, no quería asustarla, tal vez en su desaliñado cerebro lo que hacía no era malo.

Suspiró, abrió la puerta de su lado y salió, no sin antes mirar hacia los dos lados y viendo la calle sola  y después tomando el obsequio, cerró su auto, caminando a paso lento, sabía que se exponía mucho, pero su víctima no había salido en todo el día.

Se arriesgaría, sabía que la vida era un riesgo, y él siempre ganaba.

Al llegar a la casa de su víctima dejó la caja a los pies de la puerta y tocó el timbre un par de veces, corrió hasta el auto, tuvo suerte, la chica tardó más de lo normal. Ella parecía haber estado durmiendo, pues sus cabellos estaban algo despeinados y talla a sus ojos.

La observa, ve como la cara de la chica cambia a una de terror y eso fue el clímax. La persona en el auto suelta un jadeo mientras siente como su entrepierna se endurece, ver la cara de terror de su víctima lo exitaba de sobremanera.

Y lo decide, sabe que no puede aguantar más, sus planes han cambiado, él ya no puede esperar más.