1

631 68 20
                                    


—¿Qué está pasando aquí? —digo con nerviosismo, la verdad es que no puedo creer lo que ven mis ojos.

—Serene, no es lo que tu piensas,  esto es sólo una confusión.

—¿Una confusión? ¿Enserio?, estás loco si piensas que creeré en tí, confíe, te dí mi vida, mi amor, y ¿así me pagas? —espeto furiosa.

—Serene, lo siento, no sabia lo que hacia, solo quería experimentar, saber que pasaria, cómo se sentiría, pero no fue mi intención hacerte daño. —dice de manera rapida.

—Mark ¿Cómo mierdas vas a decir eso? ¡Claro que me estas haciendo daño!, pensé que tenias mas huevos; no pensé que llegarías a esto —digo sin pensar— vaya experimento, recoge tus mierdas y vete, no quiero verte nunca más.

—Te ofrezco una disculpa, no fue mi intención herirte, tal vez fui confiado al pensar que podía hacer tal cosa aquí sin que te enteraras, pero sinceramente lo siento, no pido que te quedes a mi lado, solo quiero que me perdones, porque no quisiera que termináramos tan mal. —dice con lágrimas en los ojos.

—Largo de aquí. —digo casi sin voz.

—Por favor Serene, perdonadme.

— Mark, no hagas esto mas difícil y saca tu trasero de mi departamento ¡Ahora mismo!. —digo al borde de la locura.

Porqué tuvo que hacerlo aquí en mi casa, ¿Porqué mierdas no hizo sus cosas en otro lado?.

Al decirle la última palabra Mark asintió y se marchó sin decir nada más, fue un buen novio, no hay que decir todo lo malo de el, siempre estuvo pendiente de mi. Pero no podía pasar por alto lo que me hizo, y justamente hoy tenia algo muy importante que decirle.

Tiró a la basura cuatro años de relación. Cuatro años lo cuales parecían perfectos, la relación de ensueño; algo realmente lindo, teníamos discusiones como todas las parejas, pero sabíamos resolver cada una de ellas.

Nunca llegamos al tal punto de renunciar el uno por el otro hasta este momento.

Me dolió, creo que a cualquiera en sus cinco sentidos le dolería, pero yo soy una chica por la cual sus heridas no demoran en sanar.
Poco tiempo después ya no me importa lo que me hayan hecho, y no es porque se me olvide, solo que no le doy importancia, no soy rencorosa.

Siempre he tenido presente que con el odio no se llega a nada, y que es mejor no sentir nada que sentir odio; el odio es un sentimiento, por lo cual esas personas no merecen ninguna clase de sentimientos e importancia.

En el momento en que me canso de pensar en lo sucedido me encamino hasta la cocina y decido tomar un vaso de agua para calmar la rabia. Acto seguido decido darme una ducha y así dormir sin pensar en lo que me acaba de suceder.

Al salir de la ducha decido colocarme un pijama y tirarme en la cama, me toma al rededor de medía hora quedar dormida.

Siento el ambiente  completamente raro, es algo notable que Mark ya no esté aquí, el le daba alegría a la casa, pero sé muy bien que no debo quedarme en casa muriendo por ello.

Decido levantarme e irme a vestir para así llevar a rastras mi trasero a donde yo trabajo.

Trabajo como cajera en un supermercado, no es algo que me dé mucho dinero, pero con el puedo sobrevivir, y pagar mis estudios lo cuales pago con una parte de mi sueldo, y la otra parte es media beca que he ganado en la universidad.

La jornada de trabajo concluyó rápidamente, sentí que paso el tiempo volando, y agradezco por eso.

Regreso a mi casa agotada, me encamino a la cocina para prepararme un sándwich y sumo de naranja; después de haber comido me coloco el pijama y me acuesto hasta quedar completamente dormida...

  Dos años y siete meses después.

Ya han pasado dos años y siete meses después de lo que pasó con Mark, agradezco no haber lo visto en ese tiempo; el no verlo ayudó a que me olvidara un poco de su existencia, de lo que me había hecho. Pero ni aunque quisiese no puedo olvidarlo, es inevitable que el un día no se enterara de esto; tampoco puedo ocultarle tal cosa, y estoy preparada para ese día, tengo que afrontar las cosas, hablarle y decirle la verdad si el me lo pidiese. Pero dado al caso que el aun no sabe, que el ni se imagina de esto —o eso pienso yo—  tendré tiempo de sobra para poder pensar con mas calma.

Mi intención fue contarle aquel día que los encontré, decirle lo que estaba ocurriendo, pero dada la circunstancias en la cual lo encontré, tuve que callarlo aun más tiempo, y no me arrepiento de ello, sé que si se lo hubiera dicho tal vez me fuera rechazado aun más, o solo tal vez fuera pasado lo contrario.

Al llegar a casa me deshago del morral que llevo y de la chaqueta, los coloco en el mueble y me encamino hasta mi recamara.
Al llegar a la habitación me encuentro a esa personita ya dormida, es raro encontrarle despierta aveces.

En el instante en el que me acomodo de un lado de la cama abre los ojos y me queda mirando de una manera sumamente tierna....

—Te amo tanto bebé.—digo sonriendo.

Ser Feliz Para Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora