Ser Feliz Para Ti

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En el momento en el que pronunció esas palabras se soba los ojos cuidadosamente y me da una sonrisa perezosa, amo esa sonrisa, amo sus ojos, amo su cabello, su tez clara, amo todo de mi personita, amo cada bendita célula que tiene; y como no si para mi es el ser más perfecto que existe, es lo más importante de mi vida, el mejor regalo de Dios.

-Mami-dice soñolienta mi pequeña hija.

-¿Cómo está lo más lindo de mamá?

-Bien Mami-me dice con la voz mas dulce que he escuchado.

Me quedo unos minutos viendo su lindo rostro, seria capaz de morir si fuera necesario por ella.
Ella es hija de Mark y mía, aquella noche iba contenta por decirle que íbamos a tener un bebé, como todos yo también estaba algo nerviosa tras haberme enterado de aquello pero no podía ocultar que me hacia feliz saber que iba tener un bebé con la persona que amaba, me llegaron a decir que estaba muy joven para ser madre, que lo que debía hacer era abortarlo. Pero ¿Quién mierda en su sano juicio haría tal cosa? ¿Asesinar a su propio hijo por un error que tuvieron sus padres? ¿Por no ser lo suficientemente responsables para responder por lo que hicieron?. Mis padres me habían dado una muy buena crianza no lo puedo negar, soy hija única gracias a que mi mamá decidió abortar cuando yo tenia tan solo 12 años, no la culpo pero me desagrada eso.

Al día siguiente era mi día de descanso y decidí ir al parque con la pequeña Ami y así pasar mucho más tiempo con ella.

Ya llevábamos media hora en el parque cuando algo me llama la atención, veo a lo lejos a dos hombres con un pequeño niño que solo podría tener más o menos dos años.
Pero lo que llama mi atención son los dos hombres, uno es Mark y el otro es el tipo con el que lo encontré aquella noche.

Al darse cuenta de mi estadia allí me quedo mirando por un instante y de inmediato frunció el seño para despues darme un sonrisa de labios cerrados.
Yo decido devolverle el gesto; el voltea hasta donde está su pareja para decirle algo en el oído, acto seguido se encamina hadta donde estoy yo.

Se me acelera el corazón saber que quizá solo quizá tenga que decir la verdad, y tengo miedo de saber como va a reaccionar, si le va a desagradar lo qué le diré.
Al estar frente a mí me queda mirando a los ojos un segundo para luego hablar.

-Hola Serene.-dice Mark

-Hola Mark.

-¿Cómo has estado?, ¿Qué ha sido de tu vida?

-He estado muy bien gracias a Dios, ¿y tú?-respondo.

-Yo bien, me ha ido muy bien, mi vida está marchando genial y cómo vez-dice señalando al otro chico-aún sigo con Agustín, después de todo no me arrepiento.

-¡Me alegro por tí! Eres una gran persona, mereces ser feliz.-digo más para mi que para él.

-Gracias, quería ofrecerte una disculpas por lo de aquella noche-dice mirando sus manos apenadamente-no te había buscado antes porqué pensé que necesitarías tiempo para asimilar todo y seguir adelanté sin mí.

-No te preocupes Mark yo te perdone hace rato, y si esa fue tu decisión la respeto, por lo menos hiciste algo que te hace feliz.-digo dandole una sonrisa.

-Gracias, de verdad lamento lo que te hice, eres una gran chica y mereces ser feliz.

-Te lo agradezco- Le sonrió y me acerco para darle un abrazo, lo perdoné mucho después de qué paso aquello, y lo hice por lo que estaba en embarazo, y la niña que llevaba dentro era de el, no quería tenerle odio al padre de mi hija.

En el momento en el que estaba dándole el abrazo a Mark unos pequeños brazos se unieron a nosotros pero estos abrazaban nuestras piernas. En ese instante Mark se separa para ver de quien se trataba.

-Hola pequeña, veo que te gustan los abrazos-dice Mark y la bebé asiente rápidamente.- que linda eres. ¿Dónde se encuentra tu mamá?.-dice Mark y intuitivamente la pequeña me señala sonriendo.
Mark queda atónito por lo qué acaba de pasar y yo solo le brindo un sonrisa.

-¿Tienes una hija?-me dice sorprendido y yo asiento - ¿porqué no me habias dicho qué ya eras madre?

-Planeaba hacerlo Mark, pero quizá en otro momento.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No era el momento aún, eso creo.

-¿Qué edad tiene?- pregunta más calmado.

-Dos años.

-Es hermosa, se parece muchísimo a tí.-dice mirando a la pequeña.

-Gracias-dice tiernamente Amy

-De nada hermosura-dice un sonriente Mark.-¿puedo saber quien es él papá?- me dice Mark y el corazón da un vuelco

Siento miedo, pero es hora que de una buena vez sepa que es el padre de la pequeña Amy, qué sepa qué tiene una niña y es conmigo, no digo que me haga falta que él me ayude económicamente, no, nunca me ha ayudado y no me hace falta, sólo sé que es vivir sin padre y no quiero que mi hija pasé por eso, quiero que al menos y no va a tener a sus padres juntos, que así sea pasé tiempo con él.
Qué sé conozcan, que jueguen, que el día de mañana a ella no le haga falta un padre.

-Tierra llamando a Serene- Dice Mark sacandome de mis pensamientos.

-Lo siento, ¿en que estábamos?-digo algo perdida.

-¿Qué quién es el padre de tu hija?-me dice Mark y yo bajo la mirada tratando de buscar algo de fuerzas para decirle.

-Mark, de eso quería hablar. -digo casi para mí sola.

-¿Que sucede Serene?.

-Amy es hija tuya.