Âme Irrationnelle

Nosotros.

Han pasado ya muchas semanas, 57 para ser exactos. Te extraño como extraño el primer día que hablamos, como el primer momento en que tocamos nuestros dedos, te extraño como anhelo tanto el momento de reencontrarnos ahí, justo donde nos quedamos.
Sé que no piensas como yo.
Hola, Ara. ¿Cómo has estado? Bien, supongo. Siempre estás así aunque no sea verdad, créeme, lo sé. Demonios, ¿Por qué no te vas? Es como si mi cabeza se rehusase a dejarte ir, aunque tampoco quiero que te vayas, deberías regresar, o más bien, jamás haberte ido.
Tienes razón al pensar que tuve la culpa, porque así es. Sé que debí dejarla en el primer momento en que hablé contigo, desde el momento que me enamoré de ti, pero sabes que no soy así, no puedo simplemente hacer el mal por hacerlo, sí, debí ser más, debí ser justo como debía ser.
Sí, tienes toda la razón. Te extraño.

Sé que eres tú y tú, con tu cabello largo y de color negro como abismo. Tú eres quien me encanta y eres tú quien debe ser.

Te extraño, Ara.