Âme Irrationnelle

Finale

Te escribo para decirte que te quiero, no sólo eso, sino que me encantas; como ríes, la manera en la que se iluminan tus ojos al contar lo que te gusta, tu manera de llamarle a la vida, tu forma de admirar las cosas aún cuando el mundo está en decadencia...

Te escribo para decirte que te veo como se mira al atardecer, como se escucha a las aves cantar, como se siente el caer de las gotas bajo la lluvia, como se vive cada noche de luna llena; te veo como se ve a una persona con la que se quisiera compartir los momentos y congelarlos para siempre...

Te escribo para decirte que te siento tan cálida, tan natural, tan linda y tenue como la llama de una vela en la total oscuridad, iluminando todo, aún cuando la penumbra prevalece, inocente y siempre ahí cuando más frío tiene la vida...

Te escribo para hacerte sentir un poco de todos los fuegos artificiales que me haces sentir en el pecho cuando estoy contigo, que eres como la luz que guía el camino hacia un distinto final...

Te escribo para hacerte saber que me atraes como una polilla al fuego aún sabiendo que terminaré muriendo, como la luna sigue al sol sabiendo que no podrá alcanzarlo, como la tormenta que desatas en mi cabeza al sólo pensar en lo que puede ser...

Eres tan buena para ser cierto y no te puedo quitar la mirada de encima, te sientes como el cielo al roce y agradezco a dios estar con vida a tu lado, me haces sentir eternamente perdido en tu mirada y no me importa que no sea real, eso no cambia el como se siente; si tan sólo por un momento... No puedes resistirte al hacerme sentir... he atravesado medio mundo sólo para hacerte saber que te pertenezco, ¿Cuánto amor podría hacerte sentir llena? No puedo encontrar las palabras para hacerte saber que estoy en deuda contigo, gritarle a todo el mundo que has sido mi musa. Ah... responde a mi cariño.... en tu mundo nadie intenta sólo, en tu mundo nadie muere sólo... muy roto ya para pertenecer y muy perdido para cantar a coro; en tu mundo nadie moriría sólo.

Infinitamente, yo te querría infinitamente si el momento llegase alguna vez, te daría todo y no te dejaría caer, si tan sólo el momento llegara. En otras palabras... sostendría tu mano, en otras palabras, Te quiero. Pero el momento jamás llega.

Te escribo para agradecerte por toda la vida de la que me has contagiado, con toda la luz y calidez con la que has llenado mi alma y mi corazón. Te escribo para decirte que no hay nadie como tú en el universo por más extenso que es... ¿Cómo lo sé? Tengo la impresión de que he estado ahí. Me llevaría toda la  vida para decirte lo tanto que eres para mi y seguir descubriendo nuevas razones y aún así me haría falta más tiempo para seguir haciéndolo.

Todo esto son palabras de un ateo moribundo agradeciendo a dios por haberte conocido. Irónico ¿No? ¿Excepcional, no es así? Y es que... es que tú lo eres.

Te quiero, gusto de ti.

Por siempre tuyo, Aarón.