Capítulo 14:

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Su aliento, su cara, sus labios y sus ojos. Todo para mi, en un mundo donde ya no pienso en nadie que en él solamente. Su mano en mi mentón trata de acercarme más a él, cuando lo hace su mirada sube hacia mis ojos, nos contemplamos y nuestros labios se juntan, me besa con ternura y delicadeza. Su mano derecha recorre mi espalda hasta llegar a mi cintura, subo mis manos alrededor de su cuello y las junto detrás para profundizar el beso. En este momento ya no puedo pensar en nadie más que él, todo a mi alrededor a desaparecido. La gente, las bebidas y licores ya no existen, Zayn es mi mundo ahora.

La tos fingida tras de mi nos saca de nuestro glorioso momento, me separo rápidamente de él y bajo mi cabeza para que Marshall no me vea. Me sonrojo y una risita escapa de mis labios, el brazo que Zayn aún tiene en mi cintura me acerca a él y me abraza.

- Adiós hermosa, nos vemos el lunes -le sonrió y depósito un beso en su mejilla-.

- Adiós Zayn.

Su figura desaparece del pasillo y me doy la vuelta, Marshall me mira con el ceño fruncido y los brazos cruzados, y, obvió, con los caramelos en una mano.

Muevo mis dedos nerviosamente y lo miro a los ojos.

- ¿No le dirás a nadie, cierto?

Hago un pequeño puchero, teniendo 17 años aún me comporto como una niña chiquita.

- No lo sé -me mira con una sonrisa picara- ¿qué me ofreces?

Frunzo el ceño, esa pregunta pregunta ha sonado un tanto extraña, Marshall se da cuenta y se apresura a decir:

- No es lo que piensas -mueve las manos exageradamente y río-.

- Lo se idiota.

Voy hasta él y le doy un pequeño abrazo. Cuando ya tenemos todas las cosas necesarias para mañana, salimos del mercado y nos montamos en el carro para dirigirnos a casa. Una ves allí bajamos todas la bolsas y las dejamos en la pequeña barra de la cocina, le doy una mirada a Marshall, haciéndole entender que no diga nada acerca de lo que había visto hoy en el mercado. Subo las escaleras y voy hasta mi habitación, dejo mi celular en la mesita de noche y busco mi portátil que debería estar por algún lugar de mi habitación, no la encuentro por ningún lado. Salgo de mi habitación, para ir en busca de Lizzie para que me preste su portátil, toco su puerta dos veces y entro.

- ¿Me prestarías...

La miro con enfado, le arrebato violentamente mi portátil de sus manos y voy hasta mi habitación nuevamente. Los pasos detrás de mi hacen que corra para que pueda cerrar mi habitación sin que nadie logre entrar, llego hasta la puerta, la cierro pero no alcanzo a ponerle seguro antes de que Lizzie entré a mi habitación.

- Siento haberte sacado el portátil sin tu permiso _______, mi madre se ha llevado el mío al trabajo y he perdido mi celular. Por favor, perdóname.

- Que sea la última vez. -digo fría-

- Lo siento.

Su tono arrepentido hace que un poco de mi enojo desaparezca, le hago una seña con la mano y se retira. Cierro todas las pestañas que Lizzie estuvo ocupando y voy hacia los correos, tengo 5 de mi padre y 8 de Niall. ¡Dios Niall! Hace tiempo que no hablo con él.

De: _____ Grigori.

Asunto: Hace tiempo que no hablamos.

Te extraño Niall, hace tiempo que no hablamos. ¿Cuándo fue la última vez que llamaste? Hace dos meses, creo. Espero que aún me recuerdes. Te quiero.

______xx.

Cierro las pestañas y apago la portátil. Me recuesto en mi cama y caigo en un profundo sueño.

Al día siguiente me siento nerviosa, mi estómago se retuerce en cada momento que pienso que toda la familia va a venir hacia acá. Es como una tradición juntarse para todos los festejos en la casa de mi tía, pero esta ves me no me desagrada como siempre. Tengo algo de esperanza con que nada malo pueda suceder, y, si Zayn estuviera aquí me apoyaría si mis familiares más obstinados comenzaran a regañarme. Pero se que él también tiene una familia y que tiene que celebrar la Navidad con ellos, hace dos meses que se más y más de la vida de Zayn como el conoce la mía, y que si se de algo es que luego de las doce tienen que ir a dormirse, es algo absurdo lo se.

Término de secarme y me pongo unos jeans azules algo desgastado, una blusa negra y mis pies descalzos, ya que no voy a salir y la "fiesta" es en la noche.

Bajo las escaleras perezosamente y voy hacia la cocina, como todas las mañanas que despierto con un gran apetito. Me preparo una taza de café y saco unas cuantas galletitas con chispas de chocolate, luego de terminar mi pequeño pero delicioso desayuno dejo todo lo sucio en fregadero y voy hacia la habitación de Lizzie.

Una vez frente la habitación de Lizzie toco la puerta dos veces, no responden así que abro. Lizzie sigue durmiendo, voy hasta su armario para ver sí encuentro algo que ponerme esta noche. No encuentro nada, pero pienso en la posibilidad de que están en algún otro lugar que Lizzie sabrá.

La sacudo de un lado a otro y despierta de un salto. Retrocedo rápidamente y suelto una gran carcajada, su cabello despeinado, su cara de adormilada y su boca con algo de saliva seca a su alrededor causa gracia. Mi estómago duele de tanto reírme y se cara de enfado hace que cesé, levanto las manos en modo de disculpa.

- ¿Qué quieres ______? -pregunta adormilada-

- ¿Dónde están tus vestidos? No los encuentro por ningún lado.

Arquea una ceja y sonríe.

- Bueno, si es para eso ¡me levantó enseguida!

Grita eufóricamente. Salgo de su pieza, su grito casi me ha dejado sorda, río por mis pensamientos estúpidos y bajo las escaleras.

Me siento en el sofá y busco algo agradable en la televisión. "Modern Family", no es tan malo como lo pensaba. Oigo un grito en el piso de arriba, me levanto y subo las escaleras, estoy cansada de subir y bajar esta puta escalera todos los días.

Lizzie me espera fuera de su habitación y me agarra de un brazo para que entré en esta, movió una silla que tiene en la espaciosa habitación y tiró una caja que estaba arriba de su armario. La caja rosa en el piso tenía varias telas de diferentes colores, fui hacia ella y la abrí con cuidado de no romperla, Lizzie bajó de la silla y la dejo en su lugar. Me sorprendió ver tantos vestidos que ni me imaginaba que tendría, demasiados y de muchos colores. Elegí el primero que me llamo más la atención, era de color negro ajustado en la cintura y pechos, y holgado bajo las caderas. Llegaba unos 5 centímetros arriba de mi rodilla. Combinaría perfectamente con mis Converse negras, ya que no me gusta usar ningún tipo de zapato alto.

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¡Hola! ¿Cómo están? Yo bien, gracias. Bueno aquí otro capítulo que espero les gusté, esta algo aburrido, si lo se.

PD: No me gustan los lectores fantasmas.

Ojalá se presenten con un voto o comentario.

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Psicólogo |Zayn Malik y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora