Psicólogo |Zayn Malik y tú.

Capítulo 18:

"Me gustaría poder congelar este momento, justo aquí, justo ahora y vivir en él para simpre".

Dios no lo esperaba, creo que estoy media loca, ¡o más loca de lo normal! Seguramente es otro sueño absurdo que he tenido en otras ocasiones. Mordí mi labio inferior, el dolor se hizo presente. No es un sueño.

- Za-zayn, y-yo no se que de-decir -balbucee y mis nervios aumentaron-. Cre-creo que también te amo, pero no estoy segura.

Bajo su cabeza, "las he cagado" pensé. Tome su mano entre las mías y levanto la vista, sus ojos estaban llorosos y estaba mordiendo fuertemente su labio. Lo abracé, acaricie su espalda y mi mentón descanso en su hombro.

- Te amo ______ -susurro-. No sabes cuanto me costo confesarme y pensar bien si era verdad o no.

- Zayn -lo mire a los ojos-. Solo dejemos que el tiempo decida, no te preocupes.

No se lo que me paso, pero me afecto. Rompí en llanto en su hombro, soy tan débil. No me gusta que las personas me tengan lastima, ni nada de eso por el estilo. Nuevamente Zayn me beso, nuevamente estábamos fundidos en nuestro hermoso baile de labios, nuevamente estábamos transmitiéndonos todo lo que sentíamos el uno al otro. Nos separamos y nuestras vistas se encontraron, sonreímos como unos jóvenes enamorados y dejo que saliera de la habitación.

Cuando llegue a casa, me sentía feliz. Era tanta mi felicidad que Lizzie me miraba como si fuera una extraña, solté una carcajada por su expresión. Se puso de pie y camino hasta mi, agarro mis mejillas fuertemente, causando que me provocara un pequeño dolor.

- Auch -hable diferente, como si fuera un ogro-.

- ¿Qué te han hecho? -dijo fingiendo preocupación y moviendo mi cabeza de un lado a otro-

Agarre sus manos, sacándolas de mi rostro y poniéndolas a los costados de su cuerpo. Reí y luego me sonroje, pensando en todo lo que había sucedido hace unos minutos atrás.

Había ido sola, sin avisarle a nadie y creo que los había dejado preocupado a todos, pero antes de llegar al edificio en donde se encontraba Zayn, le mande un mensaje de texto a mi tía que había salido por allí a comer un helado. Ojalá me haya creído, pero de Lizzie no me escapo.

Sus labios, creo que aún los sentía sobre los míos, y ver su expresión, de tristeza y melancolía, me hizo dar cuenta de que si lo amo. Pero creo que las cosas pasan por algo y ese algo es el tiempo.

El tiempo lo decide todo.