Tostado

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Aquel niño de cuatro años y de grandes mejillas, era sin duda alguna un niño muy afortunado.

A pesar de todo, Kim Jimin se consideraba el pequeño más feliz del mundo. Y no porque tuviera lujos o muchos juguetes (y obviamente tiene muchos) si no, porque tenía al mejor padre de todo el mundo.

Para el pequeño Jimin, su padre era un súper héroe el cual hacía muchas cosas por, él sin importarle nada más. Desde que tiene uso de razón, Jimin sabe que siempre serán su papá y él... Nadie más.

Y por ese mismo motivo, se encontraba sentadito con su ceño fruncido, mirando por la ventana y específicamente a la casa de ese vecino que hizo que su papá se pusiera rojito de sus mejillas y de su hijo el niño limón.

A Jimin no le había gustado para nada como ese hombre alto y con cara de conejo feo (por sus dientes grandes) viera de esa forma a su papá.

No, no y no a Jimin no le gustó para nada aquello. Y menos le gustó, que su papá lo viera con una cara similar (pero menos fea obviamente, ya que su papá era muy bonito) Jimin fruncía aún más su ceño, e inflaba aún más sus mejillas, dando a entender el desagrado que sentía por aquellos vecinos.

—¿Jimin? Cariño ¿qué haces viendo la ventana?

El pequeño Kim se giró al escuchar la voz de su papá, cambiando totalmente su expresión de enojo a una muy tierna.

—Nada pá, sólo veía pajaritos —respondió con una linda sonrisa.

El mayor asintió y se acercó para tomar a su bebé en brazos.

—Vamos a darte un baño Jiminie, ya casi es hora de irnos a casa del tío Minjae ¿bien?

—¡Sip! —respondió de forma emocionada el cachetón. Él amaba visitar a su tío Minie.

El castaño subió al segundo piso y fue directo a la habitación de su hijo. Ya habían acomodado sus camas y su ropa, sólo faltaba acomodar unos muebles y colocar muchos de los cuadros que poseía Taehyung. Por lo demás, podrían decir que oficialmente tenían un nuevo hogar.

Envolvió a su pequeño en una toalla amarilla, lo llevó al baño, para luego sentarlo en la taza mientras preparaba la tina.

Jimin miraba con atención las acciones de su papá y se dio cuenta que algo andaba mal, ya que estaba olvidando poner sus patitos de hule en la tina.

—Listo, ahora...

—¡Papá! ¡Faltan mis patitos! —lo interrumpió.

Taehyung se dio cuenta que estaba olvidando ese detalle —¡Ah! Tus patitos, claro... —caminó hacía una caja que estaba afuera del baño, mirando de reojo a su pequeño aún sentado en la taza. Sacó los dos patitos de hule de su hijo y se dirigió de nuevo a la tina, dejándolos flotar.

—Listo, ahora sí, hora del baño —Taehyung tomó de nuevo al menor. Le quitó la toalla amarilla, para después acomodarlo con cuidado en la tina.

—¡Yei! —decía emocionado el pequeño Kim. A él le gustaba mucho tomar baños tibios y jugar con sus patitos— Pá...

—Dime cariño —dijo Taehyung, mientras hacía espuma en el cabello castaño de su hijo, frotándolo con suavidad y tratando de que no le cayera en sus ojos.

—¿Por qué el señor conejo puso tus mejillas rojitas? — preguntó.

—¿El señor conejo? —lo vió confundido unos segundos, hasta que cayó en cuenta a quién se refería su hijo— ah... ¿Tú te refieres al vecino?

Jimin asintió, salpicando un poco de agua al hundir uno de sus patitos, para luego soltarlo y hacer que flotará de nuevo.

Taehyung no sabía como responder aquello, realmente no esperaba que su hijo se diera cuenta del sonrojo que le había provocado Jungkook. Aunque, ni siquera él se había percatado de aquello.

¡Alejate de mi Papá! || KookV♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora