Rise Up

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            John Laurens; un joven prometedor, que trabaja en un café medio turno; un joven, que vivía junto a su amigo francés; un joven, de piel clara y pecas por doquier; un joven, que había perdido lo que más amaba por miedo.

            Se dice que la historia se repite, John quería evitarlo, pero, ¿sabía el costo? ¿sabía el riesgo? ¿de verdad estaba enterado de todo lo que convendría después? Laurens sentía todo el remordimientos por esas palabras que le dijo a Alexander, y ahora, con lo de Lafayette, se sentía aún peor. Le gusto o no admitirlo, tenía razón; siempre huyo de los problemas en su otra vida, ahora en esta va a cargar toda eso, más los problemas que ha causado.

            Ahora, la pregunta del millón es, ¿qué haría ahora? ¿que haces cuando cagas tu vida lo suficiente?

              Te levantas

            Eso es lo único que le queda a John ahora, y ahora es lo único que piensa; tiene que aprender del pasado, y si, tiene miedo; esas pesadillas eran constantes, cada día peores; pero, después de analizar a fondo todo lo que le dijo su amigo francés, y discutir con su otro yo; sabía lo que debía hacer, sabía lo que debía conseguir... Y sabía que no iba a ser fácil, sabía que todo lo que enfrentaría sería más doloroso cada vez que avanzaba. Sin embargo, ya no huiría, no mas, ya se termino el tiempo del cobarde

            Cuando vives de rodillas te levantas

-¿Y como piensas remediar los errores de hace 200 años? sumado de hace una hora-lo interrumpe su antepasado rubio.

-Creo que primero tendré que disculparme con Alexander-dijo el de pecas suspirando.

-Suerte que te perdone-dijo el rubio.

-De verdad eres el mejor dando alientos-dijo el de pecas sarcásticamente.

            A partir de ahí, John se quedó pensando en una forma para poder ver a Alexander, para poder disculparse; por mensaje, no lo haría; sabe que Alex ya no confía en nada de lo que el mande en texto. Esta vez, necesitaba algo extraordinariamente alocado, algo completamente loco, algo que al menos pueda hacer que pueda iniciar una conversación con él, pero, ¿Que sería ese algo? Necesitaba una idea creativa...

-¡ESO ES!-dijo eufórico Laurens mientras iba rápidamente agarró sus llaves y su teléfono.

-¿A dónde vas?-pregunto el rubio.

-Necesito comprar un lienzo, y óleos-decía con emoción mientras agarraba su cartera y salia de la casa.

     ●●●    

            En las calles de Nueva York se encontraba John Laurens, caminando con un lienzo en la mano, y una bolsa en la otra, pensando en lo que iba a hacer y si eso estaba bien; caminó un largo rato hasta que llegó a una intersección, tenía que pacientemente esperar su turno para cruzar la calle, la luz del semáforo estaba roja. Sintió una vibración en el teléfono, lo sacó y vio que era un mensaje de Martha.

           Martha: John, ¿qué pasa? Vi hoy a Alexander llorando, ¿sabes algo de eso?

           Tras leerlo, John suspiró, al parecer el despecho de Alexander no pasó desapercibido, miró un momento hacia arriba para darse cuenta que el semáforo había cambiado a verde, le tomó un momento para contestar el mensaje:

Necesito tu consejo, y que me ayudes con algo, ¿puedo ir a tu casa?           

            Después volvió a guardar el teléfono en su bolsillo y prosiguió a seguir en la calle, a la mitad del camino, volvió a vibrar su teléfono y se dispuso a sacarlo, era otro mensaje de Martha

           Martha: John... ¿qué está pasando?

            John se dispuso a contestar el mensaje sin saber lo que pasaba a su alrededor, solo sabía que con ayuda de Martha su plan hiria mil veces mejor, entonces tardó unos momentos para contestar.

Te lo explicare todo al llegar a tu casa, ¿si?           

            John prosiguió a guardar el teléfono, cuando oyó una claxon de camion, volteo a ver dónde provenía y pude ver un camión justo frente a él, tan rápido que no le dio un momento para reaccionar o apartarse. No pudo ver el momento en que el camión lo arrolló, lo único que recuerda es negro, un zumbido que lo aturdía y un gran dolor en todo su cuerpo.El conductor del camión cuando se dio cuenta lo que hizo, se bajo rápidamente para ver lo que había pasado, se horrorizo al ver al pobre chico.

-M...madre mia-solo pudo decir-¿chico? ¡Chico!

            Laurens estaba sangrando y herido, se le había roto muchos huesos y se sentía tan mareado; a pesar de todo, no entendía lo que pasaba, solo podía ver un hombre gritando por ayuda, varias personas detenidas, muchos ruidos aleatorios, personas a su alrededor, y vio un cielo de Nueva York; cuando le dio un rápido Flash Back de su otro yo, cuando moría; se negaba a morir, intentó levantarse pero solo le produjo dolor, escupiendo un poco de sangre. No podia, ahora no era el momento para morir, tiene que ir con Martha, tiene que disculparse con Alexander, tiene que remendar sus errores.

-N..no o... tra vez-decía con una voz casi ronca, en ese momento el hombre volvio-A..y.-

-Chico, ¿e...es..estas bien?-pregunto nervioso el conductor.

-¿T...tu q...que crees?-preguntó con ironía y cada vez más débil.

-T...tranquilo, ¿c...cuál es tu nombre?-

-J...John La...urens-se sentía muy mal, más débil, todo más borroso.

-Maldita sea Laurens, no debes rendirte ahora- a lo lejos, el pecoso escucho el otro yo-Tienes que enmendar nuestro errores-

              No tenía fuerzas para responder, quería descansar, cerrar sus ojos, el zumbido se hizo un poco mas fuerte y cada vez mas veia mucho mas borroso, las voces se hacía cada vez más lejanas y el dolor cada vez más insoportable. ¿Se rendiría esta vez? ¡NO! no debía rendirse, no debía, había miles de cosas que hacer, ¡esto es injusto! ¿por qué ahora? Está tan imponente, tan indefenso, tan furioso con todo, su cuerpo no le obedecía y su mente lo estaba abandonando, ¿Acaso esa era  la mejor forma para morir?

-¡CHICO! -volvio en si al escuchar el conductor-mantente despierto, la ayuda ya viene-decía el conductor nervioso, viendo que John se volvió cada vez más blanco.

-NO te atrevas a morir Laurens-le dijo el rubio con molestia.

-A...-decía débil el pecoso.

-¿A? ¿qué te refieres?-pregunto el conducto.

-A...lex...-tosio un poco y formó una débil sonrisa-

-¿Alex? ¿es tu amigo? ¿tu hermano? ¡¡¡responde!!!-

             El conductor estaba alterado y asustado, y agitaba a John para que le respondiera; lamentablemente, él ya había cerrado los ojos, en el segundo que la ambulancia había llegado al lugar. Los paramédicos fueron corriendo hacia el, revisaron su pulso....no tiene. 

           Rápidamente comenzaron la reanimación cardiopulmonar, una... y otra... y otra vez sin respuestas, pasaron unos minutos cuando al fin volvió el pulso, rápidamente le suministraron aire mientras le ponía un torniquete en el cuello. No se veía bien, múltiples heridas, tal vez sangrado interno, pulso débil; tenía que llevarlo al hospital rápidamente, no debía perder el tiempo. 

             Lo unico que sabian del pobre chico, es que se llamaba John Laurens; no sabia si tenia familia, no sabia si tenia amigos, no sabían nada de él, solo que conocía a un chico, un chico con el nombre Alex.



Voy a remediarloWhere stories live. Discover now