Voy a remediarlo

Una noche- Una tarde

Nota del autor: no tenía ninguna idea de como llamar a este capítulo...

     ●●●    

           Ninguno de los dos sabe cuánto tiempo pasaron en la lluvia, posiblemente fueron horas y no lo sabrían. Por iniciativa de Lafayette, ambos decidieron entrar al hospital y ver si Laurens había salido; lastimosamente cuando fueron a preguntar, les informaron que la hora de visita se acabó y debían irse; el frances lo acepto debidamente, sin embargo, la rubia estaba algo molesta por eso, pero aceptó de mala gana. Mientras salían ninguno compartió palabra, no sabian que decirse.

-Hey, Martha, ¿te llevo a casa?-preguntó Lafayette intentando romper el hielo, Martha simplemente asintió y la guió hasta el auto.

           Y el trayecto fue más callado de lo que uno espera, Lafayette conducía sin decir nada y solo Martha se limitaba a mirar por la ventana, mientras abrazaba sus piernas; es un silencio aterrador, de esos que la incertidumbre los golpeaba a ambos y los noqueaba sin pensarlo dos veces. 

            Martha estaba asustada, por lo que le podía pasar a John mientras ella no estaba. Lafayette tenía una mezcla de sentimientos, por un lado, seguía molesto con John, por otro, el simple hecho de saber que él podría morir, le motivaba a hablarle, decirle un par de cosas buenas y malas, perdonarle, volver a aquellos días donde solo eran los dos... 

           Mientras tenía esa pelea con su subconsciente, el moreno susurrada palabras en francés que Martha no entendía ni escuchaba, lo que el dolor le estaba haciendo era horrible. Martha está en su mundo propio de sufrimiento e incertidumbre. Pasado unos veinte minutos, llegaron a la casa de Martha, ella se bajó sin decir palabra y dejó el suéter de Laf en el asiento.

-Martha-dijo Lafayette, haciendo que ella se detuviera, sin darse vuelta-yo...yo...

-Mañana no abrimos... pasame buscando para ver a John a las 9-dijo ella en un tono neutro, sin voltear antes de retirarse. Lafayette solo asintió y se fue de la residencia.

           Una parte de Martha, quería gritarle e inclusive escupirle, no le perdona por todo lo que le dijo de John, está tan enojada por una estúpida pelea que habían tenido, esta tan enojada con todo y todos... pero, también lo necesitaba, Martha Manning reconoce las situaciones y las personas, aunque esté molesta, y aunque lo odie; además, alejarse de sus amigos más cercanos sería peor en esta situación; solo guardaría una cierta distancia con Lafayette. Entró a su casa y lo primero que hizo fue acostarse en el sofa; tenia la ropa mojada y olia horrible, pero de verdad estaba tan cansada que de eso que ocuparía en la mañana. 

     ●●●    

           Volvamos con Lafayette, tardó algunos minutos en llegar su apartamento; al llegar abrió la puerta...silencio. No pasó ni cinco segundo cuando Lafayette dejó salir toda esas lágrimas que se estaba guardando para sí mismo, se tapó la boca y se dejó caer para seguir llorando. Dios santo, ¿como había ocurrido esto? 

           El estaba bien, juraría que lo dejó vivo, que solo con una lección con la responsabilidad y esas mierdas. Se hecho la culpa, por lo menos tenia que haber revisado que estaba ayer, se sentía el peor amigo del mundo; ¿Se merecía tal vez todo esto? NO, en el fondo, después de miles de miles de capas de errores, quería a John; uno de deja de querer de un momento para otro. 

          Gritaba y maldecía de tantas formas posible alternando los dos idiomas, mientras más lágrimas se caía de su cara como si se tratase de una fuente infinita. Toda esa mierda parecía tan irreal, imaginaria, como si estuvieran un maldita película melodramática. No quiera, no quería volver a tener que vivir sin John.