Voy a remediarlo

It's a quiet soundless voice

 Nota del autor: Lamento si no actualice la semana pasada, estoy terminando el semestre y nado en tareas ;') losiento. PERO BUENO, NO HAY TIEMPO PARA EXCUSAS, disfruten uwu

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         En esos momento cuando las palabras son incapaces de salir de nuestras bocas, cuando el sufrimiento llega a niveles incomprensibles, cuando no se sabe qué decir o qué hacer. Entendemos que, en ese momento, vivimos con con lo inimaginable. Tal vez cuando alguien pueda ser capaz de comprender todo lo anterior, podrá comprender todas las emociones que aquellos jóvenes están sintiendo en ese momento.

          Por que las muerte le tocó a los tres la puerta tan silenciosamente, que no fueron capaces de oír sus llamadas al ser cegados por la ira y el orgullo. Eso permitió entrar tan silenciosamente y llevarse eso que tanto querían y amaban de una manera tan rápida. Si eso no es dolor, ¡Diganme qué es dolor! ¡Dime que es tristeza!

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         ¿De quién era la culpa? Es algo que Lafayette se pregunta mientras intentaba procesar todo lo que estaba pasando, intenta procesar la noticia. No entiende nada de todo esto. Solo se había quedado paralizado cuando la enfermera lo miró a los ojos y le dijo que John se había ido. Las había repetido constantemente para encontrarles un sentido, el más mínimo sentido...

          Podía oír el sollozo de Martha, podía oír el sonido que hacía la gente al caminar, podía oír como la rubia corría hacía no sabe a donde. Pero no sentía nada real. ¿Está despierto? ¿Esta en una simulación? ¿Porqué?

          Simplemente se hecho al suelo sin nada más que poder hacer si no preguntarse de quién es la verdadera culpa. Por que cuando los seres humanos están ante situaciones que no son capaces de comprender tienden a buscar culpable antes de una solución.

          Empezó a sentir ese húmedo en las mejillas y la garganta que se le cerraba, todo iba en cámara lenta y los sonidos se acaban para dar paso a un silencio abrumador que le rodeaba al francés seguido de un llanto incontrolable. Hubo gente que fue a ayudarle o a hacer que se parara del suelo, pero él no los escuchaba, solo se centraba en su dolor.

        Lo mismo iba con la rubia de ojos claros, quien corría hacía la habitación de aquel chico de cabellos rizados esperando que se hayan equivocado, esperando que nada fuera real. Sin embargo, esa fantasía que fuera falso se desvaneció en el instante que vio el cuerpo de chico de pecas, tapado con una sábana, sin tubos, sin ruidos, sin nada. 

         Abrió la puerta y fue hacia él, actuando sin juicio o motivo lo abrazo mientras intentaba respirar entre tanto llanto que salía y tantas lágrimas que derramaba. Su cuerpo era el frío ártico y su piel suave algodón. Era el John que ella conocía y amaba. Solo que ese John dormiría para nunca despertar. 

        Martha lloraba y gritaba de impotencia, olvidando que estaba en un lugar cuyo acto estaba prohibido. Pero ¿A quién coño le importa eso ahora? ¿Qué importaba en ese momento? No importa los múltiples enfermeros que la rodearon observando aquella desgarradora escena. 

       El sentimiento de vacío y dolor en el pecho es una de las miles de cosas que están compartiendo esas dos almas en ese mismo momento. Un sentimiento de abandono que ambos por una extraña razón sentían conocido sin haberlo vivido antes, o por lo menos no en esta vida. 

        La primera en volver a la cordura fue Martha, al recordar que tenían que hacer los procedimientos adecuados al cuerpo del que fue su mejor amigo. Pero eso no le quitaba que se sentía fatal, se sentía como si le dieran una gran golpiza en el pecho. Tal vez lo único que necesitaba era el consuelo de alguien cercano, y Lafayette no sería ahora.