Sin importar que.

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Tu recuerdo sigue perturbando. ¿Cómo decir que te extraño?

Clavaste tu imagen en mi mente y ahora no alcanzo a desterrar tu beso.

Tus caricias que quemaban y encendían la chispa, ahora no las siento, pues tu fría ausencia las congela para golpearme y sacarme una lágrima por la noche.

Sueños estrellados e ilusiones partidas dejaste, ya no tiene sentido volver, así que jamás dudes en correr.

Aunque uní mis manos para jurar que te sacaría de la angustia, mi angustia empiezo a sonar también. Aquella melodía no se puede callar y cuando miro tus ojos, el volumen sube.

Tu risa cesa cuando mi llanto lo censura.

Tu imagen volvió y me miro. Entre susurros le rogué que me dejara de una vez.

Te amé, lo suficiente para alucinar lo que escribo en este momento.

Algo es seguro, limpiaste mi labial, pero el rastro de tus labios jamás se limpiará. Algo de ti quedará, un llanto, un beso, un recuerdo.

Te regalo las cartas interminables. Estos escritos que impregno en mi mente, que te dedico y nunca leerás. Pero espero que el sentimiento de tristeza que me invade lo llegues a conocer.

Es por tu bien, pues sabrás lo importante que puedes llegar a ser para alguien.

Sigues siendo la perfección para mí.

Mis ataques de ira te invaden, porque aún sigo enamorada de ti.

Aún te guardo en mi mente, aún me gustas.

Te amo, te adoro.

Me llenas de nostalgia, te amo; me miras, te amo; lloro, te amo; me lastimaste, te amo; fue poco el tiempo, te amo; me reemplazaste, te amo; me olvidaste, te amo; me mentiste, te amo.

A la mano que me soltóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora