My brother's best Friend (español)

Cita express

Después del entrenamiento de volleyball fui caminando hasta la biblioteca donde se encontraba Steve recargado en la pared.

-¿Qué tal tu entrenamiento?- preguntó

-Muy cansado, ¿y el tuyo?-

-Igual- dijo con una expresión cansada.

Me abrió la puerta y entramos a la biblioteca, donde nos esperaba la bibliotecaria. Una típica señora vieja con lentes en la punta de su nariz tratando de que todo el mundo estuviera en silencio.

-¿Ustedes son los pequeños vándalos que vienen a trabajar para mi?- dijo con una voz chillona

Ambos asentimos

-Síganme- dijo dando pequeños y lentos pasos por los pasillos

-Creo que mi tortuga camina mas rápido que ella- me susurró y yo reprimí una risa.

Steve empezó a caminar en cámara lenta tras de ella y no pude evitar soltar una pequeña risa.

La bibliotecaria se giro y con el dedo índice en la boca susurró -Shhhhh-

Mordí mi labio mientras asentía y caminaba tras de ella.

-Nos haremos viejos para cuando lleguemos a donde ella quiera- susurré

-Ya me siento viejo- dijo Steve imitando a un anciano.

Volvimos a reír y ella nos volvió a callar. Llegamos a uno de los pasillos de la biblioteca donde se encontraban algunos carritos con libros, como los que te dan en el supermercado.

-Acomoden los libros en sus sitios y se pueden ir- dijo con su voz chillona.

Sonreí al ver que solo había cuatro carritos, eso significaba que si nos apurábamos podría ir a casa de Zac.

-Hay otros carritos al otro lado del pasillo, no se olviden de esas- dijo señalandolas

Mi sonrisa se desvaneció al ver la cantidad de carritos que habían, parecían unas cincuenta de ellas llenas de libros.

Amarré mi cabello a lo alto y empecé con otro carrito. Cuando acabe con esa fui por otra y luego por otra.

-¿Sabes donde están las enciclopedias?- me preguntó Steve

-En la primera fila-

-¿Y los libros de medicina?-

-En la segunda fila- dije confusa. -¿Qué nunca has entrado a la biblioteca?- pregunté

-Solo para dormir- dijo encogiéndose de hombros

Reí divertida mientras tomaba un nuevo carrito.

Había pasado más de una hora desde que empezamos y no parecíamos acabar. Decidí sentarme un rato para descansar. Steve caminó hasta donde yo estaba y se dejo caer a mi lado.

-Esto es realmente aburrido- dijo soltando aire.

-Y realmente agotador- dije cerrado los ojos.

-Vamos a hacer algo divertido- dijo en tono burlón.

Abrí los ojos y me giré para verlo. -No podemos irnos-

-¿Quién dijo que una biblioteca es aburrida? - dijo subiendo una ceja -Vamos, aparte ya vamos por la mitad- dijo parándose y dándome su mano.

Lo pensé por un instante, si de todos modos tendría que quedarme hasta la noche aquí, ¿por que no jugar un rato?

Tome su mano para que me ayudara a pararme.