Viniendo del Futuro ||Joerick|Chrisdiel|| Terminada

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—Ah.. ahh —gimió el castaño al sentir como su agujero se abría, aceptando con gusto el miembro del otro.

Mientras que Zabdiel estaba más que complacido, las paredes del castaño apretaban gustosamente su miembro.

—Estás estrecho bebé, me encanta.

Empezó con vaivén leve, pero poco a poco iba aumentando la velocidad.

Christopher agarro una almohada y hundió su rostro en ella, sabía que no podía gemir en voz alta, aunque Erick lo hizo, pero el no iba a hacer lo mismo.

Zabdiel al ver a Chris gimiendo en una almohada, lo agarró de sus cabellos y levemente lo jaló, dejando su cara totalmente expuesta.

—Z-Zabdi que h-haces.

—La pregunta es ¿Qué haces tu? No quiero que gimas en una almohada, yo quiero oírte —dijo, salió y volvió a entrar con más fuerza.

—Ahhhh —gritó, quería la almohada pero no podía alcanzarla.

—Así me gusta oírte —gruñe al sentir que estaba por llegar.

Christopher gemía en voz alta, aunque le daba vergüenza no podía callar sus gemidos.

—Estoy por llegar bebé —dijo y se corrió dentro de él, haciendo que el castaño también se corra.

Ambos trataban de regular la respiración.

Zabdiel, que se encontraba todavía dentro del castaño, lo tomo de sus caderas y lo embistió nuevamente.

—Zabdi ah, estoy ahhh cansado.... —gimió a sentir otra vez las embestidas.

—Hoy te haré todo lo que quiera y mañana no podrás levantarte —lo cargó y lo apoyó en la pared, embestida tras embestida le daba al pobre castaño que solo podía aferrarse a la pared para no caerse.

Sus piernas temblaban, sentía que en cualquier momento en una de esas embestidas iba a caer, pero Zabdiel agarró una de sus piernas y lo colocó en su hombro. Sentía que estaba llegando muy profundo y eso le gustaba.

—Ahh ahí j-justo ahí —estaba nublado de tanto placer, quiso voltear para besarlo. El rizado notó eso e inmediatamente lo giró y lo beso con desespero, con eso bastó para que Christopher se corriera y también el rizado dentro de él.

—Zabdiel ahhh —gimió al sentir el líquido dentro de el— ya no m-mas.... estoy cansado.

—Discúlpame bebé pero tú dijiste que podía hacer lo quiera.

Y así fue, el rizado no dejo ni un segundo que su Chris descansará ya que según el mañana lo haría.