Viniendo del Futuro ||Joerick|Chrisdiel|| Terminada

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El rizado atacaba el cuello de Erick con fiereza, uno que otros mordiscos le propinaba.

—Joel las marcas.

—Tranquilo bebé —acarició su mejilla.

Apretaba el trasero de Erick haciendo que suelte uno que otros gemidos, levantó su polo y empezó a lamer un pezón mientras que el otro era pellizcado.

Erick disfrutaba mucho, tenía a Joel para él solo y ya nadie podía quitárselo. El menor gira dejando a Joel debajo de él y este un poco sorprendido por la reacción del menor se dejó llevar.

El pelinegro besaba el cuello del mayor, el también quería dejarle marcas en esa zona, quería que todos los que lo miraban supieran que ya tiene dueño.

—Bebe las marcas.

—Te las dejaré igual para que no se pasen contigo —lo mira haciendo un puchero.

El rizado río al ver a su pequeño celoso, agarró sus caderas y lo empezó a mover encima de su miembro.

—Ah mmm.... Joel —gimió al sentir el gran bulto.

—Te haré mío —coloca a Erick nuevamente debajo de él.

Empezó a sacarle todas sus prendas, pero Erick no se quedaba atrás, el también le sacaba las prendas al rizado.

Puso tres dedos frente a él y Erick se encargó de humedecerlos, una vez listo saca sus dedos e introduce el primer dedo, el ojiverde suelta un gemido de dolor al sentir un intruso dentro de su interior, el segundo  y el tercer se hicieron presentes, dando y generando pequeñas embestidas. Retira los dedos y antes de que el menor reclamará lo penetró.

—¡Ah! d..duele.

El rizado esperó a que se acostumbre, unos minutos después Erick movió sus caderas en señal de que continúe y así lo hizo, primero empezó dando embestidas leves, pero después ya no tenía consideración y empezó a embestirlo fuerte.

—Ahhh más rápido —se abrazaba de su cuello

Tal como ordenó, salió de el y volteó a Erick dejándolo estilo perrito, agarró sus caderas y lo levantó para volver entrar en él.

Erick gimió, le encantaba como Joel lo hacía, sentía que estaba al límite.

—N-No aguanto más yo ahhh —grita al correrse, manchando las sábanas.

Unas cuantas embestidas más por parte de Joel y se corrió dentro.

—Te amo bebé —dijo saliendo de el y mirar cómo todo su esencia resbalaba  por las piernas de su bebé, lo beso y abrazo.

—Yo también Joel —se acurrucó quedándose dormido.