Debí de ser el diablo

Capítulo 2

-Narra Roxy-
Me levanté temprano, vi como Nathan dormía mientras que Duster me saludaba a lametazos, fui a coger el juguete que compré ayer, era una espada y un escudo de madera, me gustaba imaginar que era una caballera, y que Duster era mi compañero dragón y juntos invadíamos territorios, Nathan se colocó detrás mía y dijo:

-Ha llegado tu hora Roxy, no eres rival para mi poder-dijo moviendo las manos como un mago.

-Tú no me conoces Nathan, morirás por mi, Duster ataca.

Duster se lanzó encima de Nathan y lo dejó quieto, entonces yo le clavé la espada y lo maté.

-Noooooo...no puede ser, si soy más poderoso...

-Nunca fuiste rival para mi, jajajajajaja...

-Jajajaja, venga Roxy ve a vestirte.

-Si mago Nathan.

Fui corriendo a mi habitación a quitarme el pijama y vestirme, Nathan esperaba en la entrada con Duster en las manos, Duster no era un perro grande pero defendía nuestra casa con valor como un gran guerrero, Nathan cogió una chaqueta y me llevó de camino al colegio, esta vez tardamos más porque estuve preguntando todo tipo de cosas.

-¿Las nubes lloran?

-No

-¿Los insectos tienen esqueleto?

-No

-¿El papel de burbujas viene del mar?

-No

-¿Estás triste?

-¿Qué? ¿Por qué preguntas eso?-dijo sorprendido y nervioso.

-No se, creo que te noto raro, ¿tú eres feliz?

-Roxy, ya hemos llegado, ¿por qué no lo haces las preguntas a tus compis?

-Vale, hoy es mi actuación, ¿recuerdas verdad?

-Sí, claro.

-¿Vendrás?

-Pues claro que lo haré, tú demuestrales a los demás quien manda-dijo abrazándome.

-Narra Nathan-

Ya que no tenía que ir al insti fui a dar un paseo, necesitaba aclararme las ideas. Llevaba una semana sin poder pensar, y el hecho de que mamá haya muerto no me ayuda en nada, el hecho de no poder decírselo a Roxy me mata, la destrozaría ¿por qué no decirlo y librarme de todo? No creo que eso me libere de nada, simplemente sabrán otro punto donde atacar para hacerme sufrir. En este mundo no debes fiarte de mucha gente, no sabes quien te dará una puñalada. Las personas que estén ahí para ti siempre lo estarán, al menos eso decía mi madre. Es una visión un tanto tétrica del mundo, pero no se equivocaba mucha gente sólo quiere verte caer, así que si confías en alguien, debes confiar y creer en esa persona con todo. Estaba tan inmerso en mis pensamientos que no me di cuenta de que me llamaban al teléfono.

-Hola Snake.

-Ay madre Kairi.

-¿Qué?

-Hace un mes que te mudaste a Vigo, ¿por qué no me llamas por mi nombre?

-¿Y tú por qué me llamas Kairi?

-Touché.

-En fin, ¿qué tal por ahí?

-No va mal, ¿y tú qué tal con Tiqery?

-Bueno, ya le conoces está bastante estresado.

-¿Y tú?

-Yo estoy bien gracias, dime Snake ¿te apetece quedar hoy?

-Bueno, tenía un plan que hacer...¿Podría ser mañana?

-Claro, ¿oye estás bien? Te noto raro.

-Sí, tranquila, hablamos luego hermanita.

-Hablamos luego hermanito.

Colgé la llamada y me fui caminando a mi destino. Pasé unas tres horas caminando, estaba muy lejos, mis piernas comenzaban a doler pero creía que merecería le pena. Por fin, había llegado al cementerio, entré dentro y busqué la tumba de mi madre. Diez minutos después pude ver su nombre inscrito en una lápida, me arrodillé delante de la escritura rebusqué en mis bolsillos y saqué unas margaritas, las coloqué en la hierba y las miré fijamente. No se para quien hablaba en ese momento, porque sabía que no podía escucharme.

-Yo...no se que decir...esperaba nunca tener que estar aquí mirando una lápida que llevara tu nombre...pero es que...te echo de menos, y Roxy también, nos haces falta, no se guiarme sin ti, no tengo ni idea de lo que hacer, no soy tú, no soy como tú, todo lo que yo hago acaba mal, tú podías hacer que todo lo malo fuera bueno, ¿por qué no puedo ser como tú? No puedo arreglar las cosas como tú lo hacías, ni siquiera soy capaz de ayudar a la gente como tú me enseñaste, ¿¡por qué nos pasa esto a Roxy y a mi!? ¿¡Por qué!? ¡Ella no lo merece!

Apreté mis puños y dientes con tristeza e ira, no me di cuenta de que una chica estaba observándome a unos pocos metros.

-¿Qué haces aquí Kairi?-dije sin levantar la vista.

-Te notaba raro por teléfono, y cuando dijiste que tenías un plan pensé en venir.

-Narra Kairi-

-Por lo que decías de ella...era buena-dije mirando la lápida.

-Era la mejor, siempre ayudaba a los demás sin importarle sus propios sentimientos.

-Ahora entiendo de donde viene tu actitud-dije arrodillándome junto a él.

-Gracias Kairi.

-Dime, ¿como eres capaz de...no llorar...incluso estando aquí?

-Porque ella no lo habría querido, decía que cuando muriera no quería que hubiera flores, porque si ya no se las dieron en vida no las quería cuando no pudiera verlas, y que cuando las lágrimas brotaran, yo no me dejara llevar, que fuera fuerte por mi y por Roxy.

-Se que no es el mejor momento, pero tienes que ver esto-dije sacando el móvil del bolsillo.

Le enseñé una página de noticias donde leí su nombre puesto, resulta que la gente se enteró del problema así que recurrieron a llamar a los servicios sociales para buscarlos y darles otro hogar nuevo.

-¡Esto era exactamente lo que trataba de evitar!

-Van a ir a por tu hermana, ¿donde está?

-En un poco saldrá del colegio, tengo que darme prisa-dijo preparado para correr.

-No seas tonto, vamos en mi coche.

Corrimos hacia mi coche y nos pusimos los cinturones, arranqué y comencé a coger velocidad, derrapando y acelarando.

-¿Hace cuanto que te dieron el carnét?-dijo asustado.

-Hace dos días, ¿por qué?

-No no por nada.

Iba a la máxima velocidad posible, Nathan me guiaba y yo escuchaba, llegamos al colegio y vimos un coche blanco con el símbolo de los servicios sociales estampado. Nathan bajó y pidió que estuviese preparada, él corrió dentro lo más rápido que pudo, cogió a Roxy y la subió, bien, a volver a arrancar.

-¿Cuál es el plan ahora?-pregunté.

-Necesito que encuentres una forma de poder escondernos, buscaré un sitio donde pasar la noche.

Aparqué delante de su portal, Nathan subió a por Duster y yo le hice una señal y me fui, espero que el plan funcione, si no estaremos en un problema mayor.