Amantes [YOONMIN] 2° Temporada

30.

Pasaron los días en dónde Hoseok se estuvo recuperando rápidamente y su esposo no podía estar as que feliz junto a su pequeño hijo Woon.

Y mientras eso pasaba, la feliz pareja que vivía con Yoongi y Jimin algo apretados, empezaron a buscar un lugar donde vivir y dejarlos tener su propio espacio. No querían ser una carga.

Con esta idea planteada a Yoongi y Jimin, por supuesto que el menor se quejó y negó rápidamente, pues no importa tenerlos en su casa, cabía (según él) perfectamente. Hoseok por fin después de una larga charla hizo entender a la pareja, era una decisión ya tomada.

Decidieron acceder a regañadientes por parte de Jimin, pero lo entendía.
Jin los ayudó a transportar sus maletas de nuevo a Seúl. Si, regresarían más o menos a dónde había estado su anterior hogar.

Después de tanto buscar se quedarían por allá. Jimin se despidió con lágrimas en los ojos de Woon, diciéndole que los visitaría seguido, Taehyung lloró igualmente. Era ya un mar de lágrimas.

Ya era apenas una semana que había pasado desde que Taehyung se había ido junto a su ahora más unida familia. No podía mentir que sentía algo de envidia, quería igualmente una hermosa familia que cuidar junto con el mayor, su hermoso y tierno esposo.

Jungkook se encontraba caminando en dirección a la casa de Jimin, con una sonrisa en su rostro y una noticia increíble. Al menos esperaba que no se desmayara.

Una vez enfrente de aquella casa soltó el aire contenido y decidido caminó a la puerta, siendo seguido sin querer por la mirada de cierto vecino que casualmente pasaba por ahí con bolsas repletas de comida.

Jimin dentro de su hogar acomodaba la sala mientras escuchaba algo de música clásica, le entretenía mientras tenía que haceres cuando escuchó el timbre de su puerta ser tocado. Apagó la música y fue a abrir.

–Jungkook– dijo con sorpresa– ¿Que te trae por aquí?

–¿Puedo pasar?– preguntó con una sonrisa enseñando en su mano la botella de vino que llevaba.

¿Debería? Bueno pues Jimin simplemente accedió cerrando la puerta después de entrar.

–¿Porque la botella de vino?– preguntó el menor en cuanto tomaron asiento.

–Para celebrar– contestó simplemente, confundiendo al menor

–¿Celebrar? ¿Celebrar qué?– no estaba entendiendo nada

–¿Y Yoongi?– la vista del mayor buscaba por toda la casa

–Salio al supermercado. Pero no me cambies de conversación, dime qué celebramos– Jimin trataba de hacer memoria, no era ni su cumpleaños ni su aniversario de bodas, nada de eso entonces ¿que?

–Ayer sin querer revisé tus estudios y descubrí algo– empezó explicando atrapando toda la atención de Jimin

–¿Y? ¿Que encontraste?

Jungkook sonrió aún más dejando un momento de suspenso que a Jimin no le parecía nada gracioso.

–No tienes estrés ni nada de eso, no es que se te haya bajado el azúcar o la presión. Ninguna.

–Me estás asustando Kook–
Jungkook ignoró aquel apodo que le decía cuando eran esposos y por fin lo dijo.

–Estas esperando un hijo

(...)

–Son 300 wons.– la chica detrás de la caja lo miró con cansancio, como su dentro de su mente maldiciera su trabajo.