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Yoongi pov

Maldición

Me retorcí en el frío piso donde me dejaron esos tipos después de golpearme hasta cansarse. Malditos desgraciados, apreté mi estómago que dolía como el infierno, mi labio estaba roto y el sabor de la sangre llegó a darme asco.

Por suerte cubrí parte de mi cara, si no, estuviera ahorita desfigurado. Debía levantarme, era de madrugada y el frío de invierno penetraba cada vez más mis huesos.

Como pude me mantuve de pie, hice un gran esfuerzo por mantenerme derecho y dar los primeros pasos con todo el dolor en mi cuerpo, mientras revisaba que no me hubieran robado nada. Y no, sencillamente no entendía porque lo habían hecho. ¿Quien demonios los mandó?

Lo que fueron minutos, para mi parecieron horas, llegué a casa abriendo con dificultad la puerta. Me quejé de nuevo, mientras cerraba la puerta.

–Maldita sea– gruñi por lo bajo, a juzgar por las luces apagadas, Jin ya se había ido a su casa.

–Yoongi por dios ¿Donde estabas?– o tal vez no...

–Bueno...

No hizo falta decir más pues había prendido la luz dejando a la vista mis golpes y lo mal que me veía. Si, la experiencia de Jin me decía que se avecinaba la mamá preocupada.

–¡Yoongi! ¡Pero mira cómo estás! ¿Que te pasó?

–Unos tipos me golpearon– me quejé de nuevo cuando quise sentarme ayudado de Jin en el sillón.

–¿Tipos? ¿Que tipos?

–No lo sé Jin, ni siquiera los conocía–me recargue en el respaldo para estar cómodo–Eso fue lo más raro, solo llegaron y me golpearon. No entiendo cómo sabían mi apellido

Cuando menos ví Jin traía consigo el botiquín de emergencia, alistando algodones con alcohol.

–¿Que?– se veía más consternado que antes, parecía que con cada palabra que le decía menos entendía.

–No lo sé, ni siquiera yo lo entiendo

Pude ver que Jin acercó un pequeño pedazo de algodón humedecido y presionandolo en mi labio. Solté un grito por el ardor insoportable.

–Maldición Jin, ten más cuidado– lo aparte rápidamente

–Lo siento... quédate quieto– volvió a acercarlo– Puede que tengas que ir al hospital, el labio está roto.

–No lo necesito– aparte su mano de nuevo– Con eso es suficiente, me iré a descansar

–Pero...– soltó un suspiro derrotado viéndome caminar a as escaleras– Está bien descansa, mañana hablaremos

Asentí con un movimiento ligero en mi mano, la verdad hasta levantarla me costaba más de lo que creí. Llegué suspirando a mi cuarto, me quité la ropa cambiandola por mi pijama para después lavar mi cara que se contrabando llena de tierra y sangre seca.

Me veía demacrado, y no era por los golpees que me habían dado. Mis ojos tenían ojeras, me veía cansado, mi rostro más pálido de lo normal, aquel brillo en mis ojos que tanto me caracterizaba ya no estaba, no veía aquella sonrisa que salía de mis labios sin querer.

No estaba. No me reconocía.

–Jimin– susurré viéndome al espejo–Jimin– sonreí suave– Mi Jiminnie

De repente en el espejo pude ver su reflejo, aquella sonrisa brillante y que te hace suspirar con sólo verla. Ahí estaba él, siendo simplemente Jimin. Mis dedos rozaron sus mejillas rojizas hasta llegar a sus labios. Aún podía sentir su textura, lo frágil que era su rostro, lo hermoso que era completamente.

Amantes [YOONMIN] 2° Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora