3/3

1.9K 267 16
                                    

Todo estaba en total silencio, pareciera como si no hubiese ningún alma en aquel lugar. Jin no pudo hacer mucho por TaeHyung, seamos sinceros, realmente no quiso hacer nada por él, ni siquiera trato de oponerse, realmente hubiera sido una mala idea, pero ¿Qué era peor? que el chico castaño sea torturado y humillado como a los que faltan las leyes en este lugar o que descubran que TaeHyung era un humano y que el rubio sea una ofrenda de sacrificio por haber traicionado a su especie. Realmente ninguna opción era buena, pero a veces nos toca ser egoístas y preferir nuestro bienestar que el de los demás.  

Kim SeokJin sin duda prefería el bienestar de él y de su hermano ya que es su única familia, además de su padre, pero Jin no lo consideraba como tal. El rubio ante tal escena inconscientemente agarró la mano de NamJoon y se lo llevo de aquella catástrofe. 

Al llegar a la habitación que compartía con JiMin solo visualizó a YoonGi con las manos en la cabeza, como si tuviera algún dolor. 

Horas habían pasado desde aquella escena donde Jin presenció a sus menores en un acto de copulacion según su imaginación. Ignorando al susodicho peligris, Jin arrastró a Nam aún sin soltar su mano hasta su cama, donde lo empujó para que este se siente, mientras tanto Jin buscaba al pelinegro, pero no lo encontró por ningún lado de la habitación.

- ¿Dónde está JiMin?

- ¿JiMin?, se fue hace como una hora y media..

- ¿Dónde fue?

- Dijo que quería ir a la Isla para buscar algunas cosas para hacerle un pequeño regalo a TaeHyung.. 

El rubio al escuchar el nombre del susodicho tragó grueso, se sentía mal. 

- Hablando de eso... ¿Y TaeHyung?

El rubio se hizo al sordo, aparentemente no quería mencionar nada sobre él, YoonGi se sentía un poco ofendido, es verdad que nunca estableció una de las mejores amistades con SeokJin, pero que le ignore era otra cosa.

- Te hice una pregunta y quiero una respuesta

- Mira YoonGi, él.. esta bien no hay de que preocuparse

- ¿Le sucedió algo? - YoonGi se puso a la defensiva, había hecho una pregunta pero no esperaba esa respuesta en especifico. 

- ¿Por qué piensas eso?

- Te hice una pregunta Kim

- ¿Por qué te preocupas tanto por él? ¿Acaso te gusta? ¿Estas engañando a mi hermano con él? 

- Joder, ¿Por qué todos piensan que me gusta TaeHyung? ¿Y si así fuera qué?, tú ni nadie puede prohibirme a quien amar 

Eso fue una mala elección de palabras en el momento menos indicado, pues JiMin había regresado y no estaba de lo mas contento. 

- ¿Que dijiste? - La voz quebrada y pequeña de JiMin se hizo presente ante aquellas personas, Nam solo se dedicaba a mirar ya que a él no le incumbía, pero su corazón se achicó cuando escucho la voz de JiMin, quería que esto solo fuese una mala jugada o un mal sueño, pero no, era real y lo estaba viviendo en carne propia.

- JiMin... 

- ¿Qué rayos dijiste? - JiMin se acercó peligrosamente importándole poco los obsequios que había traído para el castaño, aventandolos a su suerte donde caigan, quedó frente a frente con YoonGi, con una mirada afilada, ¿Quien diría que el pequeño que transmite calma y felicidad por un simple contacto visual, también puede matar con la mirada?

- Mira JiMin, no vengas con esto que seguramente ni escuchaste toda la conversación. 

- Me importa realmente poco, escuche lo que tenía que escuchar, ¿Por qué a mi hermano le das esa respuesta cuando a mi solo me lo niegas y quieres que olvide todo con besos?

- No empieces con tus malditos celos Park

JiMin por mas que estaba tratando de mantener la calma no podía, era increíble como YoonGi evadía sus preguntas. Mantenía la respiración calmada, su mandíbula estaba un poco tensa y sus ojos estaban aparentando un color diferente. 

- ¿Es que tu no entiendes que de verdad me gustas? 

- Seguramente solo es pasajero JiMin, seguramente has tenido mas novio y novias que yo en toda tu existencia, así como eres no lo dudaría. 

- ¿Y como piensas que es él?, YoonGi - primera vez, NamJoon había hablado en todo el rato que llevaba ahí escuchando sin decir palabra. 

- Solo necesitas verlo a primera vista para llevarte una impresión de él. 

- No entiendo.. - JiMin tenía los ojos un poco acuosos y su nariz estaba un poco roja, claramente si entendía lo que YoonGi quería decir, solo quería ver si YoonGi era lo suficientemente valiente para decírselo a la cara.

- De hecho, la primera vez que te vi, tenías una carita tan angelical que me recordaste a una prostituta, carita linda de no romper ningún plato pero una maldita golfa a todo lo que da. Solo que tú, por ser hombre no me atrevería a decirte golfa mas bien te tomaría como put... - una cachetada resonó por toda la habitación, JiMin tenía sus manos cubriendo su boca, Jin se había posado al frente y él había dado la cachetada, su semblante serio era todo para decir que estaba enojado, realmente quería darle un buen golpe en ese momento. 

- A estas alturas no me sorprendería que hayas tenido sexo con tu hermano, tal vez el insesto se te de bien... 

Un golpe fue propiciado en una de sus mejillas, esta vez NamJoon había lanzado aquel golpe haciendo que el peligris se golpee con uno de los muebles de aquella habitación. 

- No voy a pelear, si eso no fuera verdad porque molestarse en golpearme - YoonGi soltó un bufido para luego irse de ese lugar dejando a los 3 chicos solos. 

JiMin se derrumbó en el suelo de la habitación su cola había perdido el color azul para tener un morado opaco, no dejaba de llorar, sus lagrimas se volvían rojas, como si fuese sangre escurriendo de sus ojos, pero eso era una de las señales de los tritones y de las sirenas cuando habían sido rechazados por su pareja. 

Tal vez habían escuchado del hilo rojo del destino, bueno pues, para los tritones y sirenas es algo así, una vez que se enamoran de alguien, no tienen otra pareja en su vida, al sentir el rechazo ellos mueren de tristeza y la primera señal, son las dichosas lagrimas de sangre como les dicen, su vida se iba a consumir poco a poco. 

JiMin se sentía poca cosa, en su vida, nunca había tenido pareja, ¿Por qué el destino era así de cruel?, es verdad lo que dicen, que nunca dejas de conocer a una persona. Pero tan siquiera, si iban a arrebatarle así sus sentimientos, hubiera deseado que esas palabras no hubieran salido de la boca a la que le había entregado su primer beso, no lo hubiera pensado tan siquiera. ¿Por qué justamente su destinado tenía que ser YoonGi y no otro tritón de su reino?

- ¿Estas bien JiMin?

- Joder no.. dejenme solo...

- JiMin no..

- ¡Que me dejen solo, maldita sea! - JiMin elevo su mirada a ellos dos, sus ojos se habían tornado de un color rojizo y el contorno de sus ojos se estaban volviendo negros, su cola había agarrado un tono morado mas oscuro que el anterior pero seguía siendo pálido.

Jin, asintió resignado, le hizo una seña a NamJoon, el moreno entendió y salieron de la habitación, dejando a JiMin en el suelo, al parecer ninguno de los dos se había percatado de lo que realmente le sucedía a JiMin. 





★Mi Príncipe Del Mar/ YoonMin★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora