★Mi Príncipe Del Mar/ YoonMin★

memories and regrets

El amor de una madre es incomprendido, realmente nadie, ni una sola persona sabe los esfuerzos que una madre puede llegar a hacer por sus hijos, los sacrificios y las jornadas largas de trabajo que esta puede hacer para otorgar un buen futuro. Sufrir en silencio, lidiar con las culpas, tener que soportar que le restrieguen en la cara que educó mal a su hijo, ante los ojos de la sociedad, ellas siempre tendrán la culpa de todo.

No hay amor mas sincero y puro, sin esperar a recibir nada a cambio que el de la gran mayoría de las mujeres que son madres. 

Muchos piensas que por restringir ante algo, no lo aman, los odian o no los entienden, cuando en realidad solo quieren lo mejor para nosotros y a veces intentar hacer comprender que no pueden obtenerlo por varios obstáculos que lo pueden impedir. El dolor del rechazo es lo que se les devuelve al negarse ante aquella petición denegada.  

Cuando la mayor prueba de amor que ellas te pueden dar es que te hayan dado la vida y te hayan cuidado y dado cariño y cuidado, aunque hay casos en los que no demuestran su cariño, eso no significa que no seas su mundo y su amor mas grande. Que sin ti, ellas ya no serían nada, perderían total cordura al saber que su hijo las detesta o no estén con ellas. 

Realmente nunca puedes saber cuanto tiempo puedes estar con ella, hay que amarlas, cuidarlas y respetarlas todas las veces que puedas y que tengas la oportunidad, el día que te haga falta sabrás que habrás perdido al mayor tesoro que la vida de pudo haber dado y desearías volver el tiempo atrás para poder pasar tan solo para ver esa sonrisa que en algún momento ella de dio y tú pudiste haber rechazado, sentir su cariño y sus palabras de aliento, escuchar su voz y desear que una vez mas te regañe, pero eso no sucederá, porque estarás consciente de que no está a tu lado, hay que amar cada segundo que estés con ella. 

Soy tu madre biológica, aquellas palabras retumbaron fuertemente en la cabeza de JiMin, en este estado estaba en total shook, no sabía que responder, ni siquiera sabía a que hora había acabado todo el caos, lo único que pensaba ahora era en que esto, era una broma de mal gusto. Su respiración se volvió agitada, parecía que le quería dar otro ataque, pero no era el caso, si no mas bien, la noticia que le había golpeado como si un saco de box se tratase su cuerpo y sus emociones justo ahora 

- ¿Podemos hablar en un lugar mas privado? - la mujer miró al Rey quien asintió, lo único que podía observarse ahora, era como el barco se hundía, eso a la mujer le hizo recordar al Titanic que vio hundirse en 1912 a causa de Izar quien había puesto un Iceberg en el camino del barco para que el destino de esos pasajeros sea diferente. 

En un instante, la privacidad había llegado, JiMin y Nevada se encontraban en una de las piezas desoladas del palacio, sin ninguna interrupción aparente, solo estaba ellos dos, a solas, habían muchas dudas que aclarar.

- ¿Realmente eres mi madre? - el cuerpo de JiMin estaba hecho bolita en una de las almohadas que estaban en el suelo 

- Realmente lo soy - Las manos de la mujer acariciaban los cabellos dorados de JiMin con total delicadeza en el tacto, como si tuviera miedo de dañarlo físicamente si se sobrepasaba.

- No tienes una aleta como yo.. 

La mujer no sabía como empezar a contarle toda la verdad, quizá sería buena idea contarle desde un principio de su creación, tal vez así pueda comprender, JiMin no era un mal chico, él todo lo que quería era amor maternal. 

- Era muy joven cuando conocí a tu padre - La mujer se acurrucó junto a JiMin para abrazarlo y mimarlo mientras intentaba contar la historia, el rubio se dejó acariciar porque extrañamente eso se sentía bien - Él se había enamorado de Park Venus, mi hermana, estaban tan enamorados que decidieron hacer su vida juntos, con el paso del tiempo concibieron un pequeño bebé tritón al cual le pusieron SeokJin - JiMin había alzado la vista al escuchar el nombre de su hermano mayor.