ocho.

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Aquella tarde fue un tanto incómoda para Lauren, para ella no era un halago sentir la mirada de Dinah todo el tiempo

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Aquella tarde fue un tanto incómoda para Lauren, para ella no era un halago sentir la mirada de Dinah todo el tiempo.

Camila estaba bastante furiosa, por el simple hecho de que Dinah se reía cada vez que una jirafa bebé se caía por intentar caminar.

-Uhm, creo que me tengo que ir.

Lauren se levantó del piso, Dinah la siguió con la mirada junto a una sonrisa mientras Camila la miraba con una expresión triste.

-¿D-De verdad? -Camila sintió unas horribles ganas de llorar y no sabía porque. -Ap-penas con las si-siete.

Generalmente, cuando Camila quería llorar tartamudeaba más de lo común, era algo de lo que aún no tenía control y odiaba con su vida tartamudear. La hacía ver más rara, según ella.

-Tranquila Camz, nos veremos el Lunes.

-No... -Bajó la mirada. -Que-quedan... -Pensó un momento. -Faltan 38 horas p-para que sea Lunes.

-Pasaran esas horas rápido. -Sonrió con dulzura.

-Uhm, okey, te creeré. -Entrecerró los ojos.

Dinah se percató de como había recibido el mensaje Camila por lo que intervino de inmediato.

-Es un decir Mila. -Dinah aclaró.

-Ouh. -Hizo otra vez su mueca de tristeza. -E-Está bien.

Camila fue a dejar a Lauren a la puerta, aún iba con su mueca de tristeza y Sinuh se dio cuenta de eso.

-¿Pasa algo hija?

-Lern se t-tiene que ir. -Volvió a hacer un puchero.

-Pero hija, Lauren puede venir cuando quiera. -Sinuh abrazó a Lauren por los hombros. -Obviamente si su madre no tiene problemas.

-¡¿M-Mañana?! -Camila miró con emoción a Lauren.

-Yo.. ehm, debo preguntar.

Sinuh asintió, besó la mejilla de Lauren en forma de despedida y esperó que Camila tan solo dijera; "Adiós".

-A-Adiós Laurencita. -Besó la mejilla de Lauren en forma rápida, subió corriendo la escalera sin dejar que la ojiverde respondiera.

Sinuh miró sorprendida la escena, su hija no era de quienes expresaban sus sentimientos ni eran afectuosos. Es más, Camila siempre odio que su madre la besara en la mejilla cuando se despedía para la escuela, odiaba que la tocaran, besaran o abrazaran. Pero por alguna extraña razón, amaba tocar y besar a Lauren, sin contar que esperaba con nerviosismo el día que Lauren besara su mejilla.

-¿Laurencita? -Sinuh rió por el tierno apodo. -Eres bienvenida cuando quieras Lauren.

Lauren asintió, se despidió por última vez de la señora Cabello y se fue de la casa de Camila.

Aquello le había arreglado el día, la semana y la vida a Lauren. Amaba ver a Camila feliz.

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¿Te has embriagado o drogado? Cuenten sus experiencias.

¿Extrañaban mis preguntas? JALAJSLSJ.

Autismo ; camren [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora