doce.

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Para la mala suerte de Lauren, no pudo ir a clases por toda una semana, el golpe había sido lo bastante fuerte para tener una venda en la cabeza

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Para la mala suerte de Lauren, no pudo ir a clases por toda una semana, el golpe había sido lo bastante fuerte para tener una venda en la cabeza.

¿Muy sexy verdad?

Camila había ido a verla el Martes y Miércoles, Clara amaba las visitas de la castaña ya que era una chica muy tierna y cariñosa.

-Mira, estoy imitando al profesor de historia.

Camila se puso un pincel sobre el labio simulando un bigote, puso su mano en la cintura y frunció el entrecejo.

-"¡Haga la tarea señorita Jauregui!" -Imitó una grave voz.

Lauren obviamente rió a carcajadas, amaba las bromas de Camila.

-¿A qué hora debes irte?

Lauren se sentó en su cama, Camila se levantó del piso, caminó hacia la ojiverde y la volvió a recostar.

-No te levantes Laurencita. -La regañó. -Ya te dijo tu mamá.

-Ugh, esta bien Camz. -Sonrió con dulzura. -¿Y?

-A las 9:30 pm. -Murmuró. -Faltan... 2 horas y 14 minutos.

-Genial.

-¿Ya te aburriste de mí? ¿Por eso preguntas verdad?

-¿Aburrirme de ti? -Lauren frunció el ceño. -Claro que no Camzi, sólo quería saber cuantas horas más la pasaría genial junto a ti.

Aquello solo causó una gran sonrisa en el rostro de Camila, mordió su labio inferior con nerviosismo y miró sus manos.

No entendía porque sentía un cosquilleo en su estómago, sentía escalofríos por todo su cuerpo y unas inmensas ganas de abrazar a Lauren.

Debía investigar cuando llegara a casa.

-¿Quieres jugar xbox Camila?

-¡Ya!

Camila prendió la consola que Lauren tenía en su habitación, los Jauregui tenían una buena situación económica, algo que Camila no se había percatado jamás. Estaba más preocupada de jugar con el cachorro de Lauren; Karla.

-¿Quién es el perrito más lindo del mundo? -Camila acarició al pequeño pug. -¡Sí! ¡Tú!

También le sorprendía el hecho que se llamara como ella; Karla Camila. Le había preguntado a Lauren, pero le respondió con nerviosismo que sólo se trataba de una pequeña casualidad.

Lauren tuvo que levantarse a terminar de conectar la consola, la pequeña Camila tan solo acariciaba a Karla y jugaba con ella.

-¡Auch!

Lauren escuchó una queja por parte de Camila, miró con preocupación a la latina.

-¿Qué ocurrió Camz?

-Karla me mordió.

Murmuró algo avergonzada, mostró su dedo índice que sangraba y su labio inferior temblaba. Le ardía mucho.

La pequeña perrita se fue a esconder en el piso de abajo, sus instintos le avisaban que debía correr cuantos antes de allí o su dueña la regañaría.

-Iré a buscar algo para curarte.

Lauren se apresuró en entrar a su propio baño, abrió la repisa y sacó el botiquín guardado. Volvió con la latina para poner una venda en su dedo índice.

-Soy la doctora Jauregui.

Lauren bromeo mientras abría la cajita de primeros auxilios, Camila miraba aterrada los intrumentos que estaba sacando la ojiverde.

-¡Hey!

Camila habló atemorizada cuando vio a la ojiverde sacar una tijera de la cajita blanca, aunque sonara tonto, Camila por un segundo pensó que Lauren cortaría su dedo.

-Esto no es para tu dedo Camz. -Lauren soltó una leve risa.

Con las tijeras cortó un pequeño pedazo de venda, lo suficiente para tapar la herida. En un pequeño pedazo de algodón aplicó algo de alcohol, se acercó a Camila esperando que ella extendiera su mano.

-Va a doler, ¿Verdad?

-Un poquito. -Confesó Lauren. -Pero las chicas grandes no lloran.

Camila le entregó su mano con temor, cerró los ojos, volteó la cabeza y apretó sus puños.

Lauren miró lo que hacía Camila con una tonta sonrisa. Ver a Camila era un arte, cada expresión era distinta y siempre era hermosa. Lauren estaba completamente enamorada de Camila.

-¡Ha-Hazlo Lolo!

Gruñó con temor Camila, por fin la ojiverde volvió a la realidad recordándo que estaba haciendo con la delicada mano de Camila.

Pasó con cuidado el algodón sobre la pequeña herida de Camila, un gemido de dolor salió de su boca pero obviamente ella no iba a llorar; "Las chicas grandes no lloran"

Aquello se repetía en su mente todo el tiempo, Lauren por su parte seguía aplicándo el alcohol en la herida para desinfectarla, no quería que aquella pequeña herida empeorara.

Cuando por fin terminó, le aplicó una crema que era muy fría, los pequeños vellos de Camila se levantaron por culpa de la crema y sonrió.

Acomodó el vendaje con cinta adhesiva y sonrió cuando vio su resultado final. Definitivamente quería estudiar algo relacionado con la enfermería.

-Eres muy buena en esto Lo, cuando p-pequeña los doctores eran demasiado agresivos y lloraba mucho cuando limpiaban mis heridas. -Confesó.

-Sí, yo creo que estudiaré algo relacionado con la medicina.

-¿De verdad? ¡M-Me encanta la medicina! ¿V-Viste la mujer era obesa, y fue al hospital por dolor de útero?

-Noup.

-¡No creerás q-qué le ocurrió! Tuvo un aborto espontáneo y el f-feto estaba ahí.

-Creo que se me han quitado todas las ganas de comer, muchas gracias Camila.

Camila sonrió divertida, por un impulso nervioso se acercó a la ojiverde para abrazarla y besar su mejilla, no entendía que pasaba con ella misma y aquello la inquietaba.

Lauren... Lauren sólo disfrutaba.

-¿V-Vamos a jugar?

Y así pasaron las horas restantes, jugando a FIFA.

Y obviamente... Lauren se dejaba perder.

O eso se hacía creer.

.

¿Se disfrazaran para halloween?

I'm so sorry, pero ya me aburrí de escribir escenas tiernas, se viene el drama♡. JAJAJJAA.

Las amo♡♡.

Autismo ; camren [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora