Autismo ; camren [AU]

veintiuno.

nota autora: el baile es a las 21:30, la cena de Lauren es a las 21:30, lo aclaro para que entiendan el capítulo.

1/3.
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15:24.

Camila entró a su casa con una sonrisa en sus labios, amaba salir junto a Lauren, especialmente si habían helados de platanos de por medio.

Para su sorpresa vio a su madre acomodando las sillas, barriendo y limpiando, entró a la cocina en busca de su padre y se sorprendió al verlo preparar pavo asado.

-¿Q-Qué esta p-pasando?

Él miró a su hija un poco alterado, intentó esconder el pavo pero ya era tarde, su hija ya lo había descubierto.

-Bueno, la idea era que llegaras más tarde. -Él rió con nerviosísmo. -Se supones que irías a casa de Lauren, ¿No?

-Sí, pero decidimos d-dejar eso p-para otro día. -Ladeo la cabeza confundida. -¿Por qué estabas cocinado?

-Hoy traerás un chico a casa, aquello no pasa todos los días. -Su padre sonrió.

Camila fingió una sonrisa mientras veía como cocinaba su padre.

Mamá le había contado que su padre amaba cocinar, aquello era su hobbie favorito desde que se conocieron y bueno, era un chef fantástico. Pero cuando nació Camila todo cambió, él tuvo que cambiar de trabajo para ganar más dinero, hasta tuvo que hacer turnos nocturnos para Camila, tuvo que pagar los psicólogos, los tratamientos y operaciones que tuvo.

Cuando Camila nació no solo padecía Autismo, si no que tuvo problemas respiratorios y cardiovasculares, tuvo suerte al sobrevivir.

Hace años que su padre no cocinaba, de aquello se encargaba Sinuh y él trabajaba en el minimarket o se encargaba del aseo del hogar.

El timbre sonó sacándo a Camila de sus pensamientos, ella fue a abrir y se sorprendió al ver a Dinah junto a bolsas y bastante despeinada.

-¡Ya llegaste! Ven, vamos, tenemos... -Miró su reloj. -Menos de 6 horas para arreglarte.

Entró a la casa subiendo las escaleras, no sin antes gritar sus saludos a los señores Cabellos.

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19:21.

-¡D-Dinah me duele! -Chilló de dolor Camila.

-Cállate.

Dinah siguió tirando del cabello de Camila para poder terminar su peinado, sólo debía ponerse el vestido y estaba lista para poder ir al baile.

-¡Listo!

Camila se miró frente al espejo, la verdad es que se veía preciosa pero aún así no podía estar feliz por esa noche, aún no decidía que haría.

-Pruebate el vestido y estaremos listas.

Camila obedeció sin decir alguna palabra, Dinah comenzó a arreglar su maquillaje pero pronto volteo confundida al no escuchar nada de su mejor amiga.

-Hey Chancho, ¿Pasa algo?

Camila salió del trance, miró a su amiga con una mueca de tristeza y suspiró.

-Es que no sé que hacer...

Dinah se sentó al lado de Camila mientras escuchaba todo lo que ella le contaba, necesitaba a su mejor amiga para poder saber que debía hacer.