Autismo ; camren [AU]

quince.

-La señora Yema me invitó a cenar mamá. -Camila le contó a su madre.

-¿Yema?

-Sí, la mamá de Lauren.

-Es Clara mija, Clara.

-Ouh, es lo mismo.

La madre de Lauren decidió invitar a la menor para que fuera a cenar a su casa, necesitaba conocer más a fondo a la chica que logró enamorar a su hija mayor. (aunque era muy difícil conocer a fondo a Camila)

Camila era un secreto para todo el mundo, nadie había podido conocerla al 100% ni siquiera Dinah.

Se colocó un vestido amarillo, peinó su cabello con nerviosismo y se maquilló un poco.

-C-Creo que estoy bien. -Murmuró para sí misma. -¡V-Vamos ti-tigre! -Rió por lo tonto que sonaba eso, en la boca de Dinah no sonaba tan mal. -R-Ridículo.

Bajó para despedirse de su madre y salir a casa de Lauren.

-Ouh Mila, t-tranquila.

Respiró profundo, enterró las uñas en la palma de sus manos y cerró sus tiernos ojitos.

-Aquí vamos.

Tocó el timbre de la casa de Lauren, en su cabeza pasó las miles de formas en las que podía escapar. Podría saltar a los arbustos y esconderse ahí, pero tendría el riesgo de caer en excremento de Karla. O podría correr sin parar.

Antes de que lo decidiera la puerta se abrió dándo paso a Clara, o Yema, como la llamaba Camila.

-Ouh, ho-hola. -Se arrepintió de inmediato. -Q-Quiero decir, buenas t-tardes señora Ye... Clara.

-Buenas tardes Camila. -Sonrió con dulzura. -Entra.

Se hizo a un lado para dejar que la castaña entrara a la casa, ella entró con curiosidad.

-Q-Que linda casa.

-Muchas gracias Camila, ven, sígueme. Lauren está en la sala.

Ella obedeció como una buena chica, pudo ver a su ojiverde favorita en el sofá, totalmente recostada mientras veía su celular.

-Hija.

-¿Uhm?

Ella no se levantó, seguía revisando su teléfono celular con interés.

-Lauren.

-¿Qué pasa mamá?

Miró hacia su madre, para su sorpresa se percató que estaba acompañada de la hermosa castaña.

Se sentó en el sillón de manera correcta, intentó peinar su cabello con sus dedos y tragó saliva.

-Hey C-Camz.

Tartamudeo algo avergonzada, comenzó a sonrojarse y aquello sólo causó una sonrisa en la menor.

-¡Hola Lern!

La latina abrazó con cariño a su amiga, Clara miraba la escena con una sonrisa en sus labios, encontraba muy tierna a las dos chicas.

-Nos dejas a solas. -Lauren miró suplicante a su madre. -Por favor.

Ella asintió de inmediato, obviamente dejaría que su hija estuviera con Camila, sabía lo tranquila y buena persona que era por lo que no le preocupaba.

-Estaré sirviendo la cena.

Lauren esperó que su madre se retirara de la sala, cuando vio que ya no estaba besó la mejilla de Camila sin pensarlo dos veces.

-¡Eres muy tierna!

Murmuró la ojiverde mordiendo su labio inferior.

-¡Tú eres tierna Lo!

Ellas comenzaron a reír, se sentaron en el sofá para seguir hablando al menos, hasta que la cena estuviera lista.

Luego de unos 20 minutos, la conversación de las chicas cesó por la voz de Clara.

-Está todo listo, a comer.

Se sentaron en la mesa, la mamá de Lauren había preparado lasagna para cenar y por suerte, era una de las comidas favoritas de Camila.

-¿Eres amiga de Lauren verdad? -Michael preguntó mientras daba el primer mordisco.

-¡Hey! Detente, debes esperar.

Clara golpeo con suavidad la mano de su marido, él dejó escapar una carcajada y dejó el tenedor

Camila frunció el ceño con confusion, ¿Es que acaso ella no les agradaba? esperaba que no fuera así y dejaran de actuar raro.

-Gracias Dios por el plato de comida que hoy tenemos...

Clara siguió rezando mientras tenía sus manos juntas sobre la mesa. Camila escuchaba con curiosidad lo que decía la mujer.

-¿Quieres decir algo Camila? -La señora Jauregui consultó.

-Uhm... o-okey. -Cerró los ojos mientras juntaba sus manos. -Hola Diosito, quiero d-darte las gracias por la lasagna p-porque se ve muy sabrosa y... agradecerte p-por crear a las jirafas. Amén.

Michael miró a la menor con el ceño fruncido sin entender su actitud, Lauren rió con incomodidad por la forma en la que actuaba su padre y Clara sonreía con ternura por la oración de Camila.

-A comer.