Escape de la comodidad.

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Tenía solo 7 años cuando todo empezó, sin embargo, siempre me dijeron que tenia una mente bastante avanzada comparada con mi edad, que razonaba de manera distinta a mis compañeros de clase, pero sinceramente nunca me importó. Me subieron de año escolar mucho, tanto así que para esa edad ya estaba en el mismo grado que mi hermana Milena.

Esto no un relato de mis tragedias, por que no tendría nada que contar.

Nací dentro de una familia que muchos podrían llamar "perfecta". Ya saben, un honrado y dedicado padre, y una amorosa madre. Ni siquiera sufríamos de problemas económicos debido al trabajo de mi padre como Técnico automotriz en la Flómila Company.

Pero pese a todo esto, hace casi dos años que sentía un vacío dentro de mi, algo que me decía que nada de esto era suficiente. Hable de aquel sentimiento con todos mis familiares, pero la respuesta fue siempre la misma: "¿De qué estás hablando?, estás muy pequeño para andar pensando esas tonterías, seguro lo aprendes en uno de esos programas que ves".

Todas, menos la de mi Madre, Helen Florvel. Ella decía que ese sentimiento existe, y que es horrible, significa que te sientes sin propósito, sin razón para existir. Un barco flotando sin rumbo en mar abierto.

—Zack, despierta, vamos muchacho levántate—Mi papá acostumbraba levantarme haciéndome cosquillas en la planta de los pies. Cosa que odio.

Intenté ignorarlo, pero esas malditas cosquillas no me dejaban.

—¡Ok, estoy despierto! ¡Me desperté!—Si hay alguien que cree que esta reacción fue exagerada debería practicar ese bonito ejercicio.

—Está bien, estás tarde para ir al colegio, si quieres llegar deberás cambiarte en 10 minutos.

— Si este... El problema es que... No quiero ir —dije con mucha vergüenza, sabía que mi padre pensaba que me encantaba el colegio, esto impulsado por mis calificaciones.

— ¿Como?—preguntó papá.—Pero si siempre te ha encantado la escuela.

—Lo sé, papá. Pero...Ah, no importa, iré.

En ese momento no le dije nada. Mí padre es del tipo de personas que cree que un hombre no llora y que solo debe golpear a cualquier idiota que lo moleste, pero todo aquel que me conozca sabe que yo jamás seré así.

 No digo que mi vida no es buena por mi hogar, la verdadera razón está en la escuela. ¿Saben que es lo malo de estudiar en un curso donde solo hay personas mayores que tú? Una discriminación que llega a doler, debido a eso nunca llegué a tener amigos en la escuela, y solo hablaba con Milena en los recreos, pero cuando ella se iba empezaba lo peor.

Clark era los encargados de hacer de mi vida escolar un infierno.

—Hola, niñita—dijo Clark con una sonrisa tan grande como macabra.

—¿En serio?—Le pregunté para ver si me dejaba tranquilo. —¿No tienes nada mejor que hacer que molestarme?.

—Verte llorar y sufrir es lo que me da la sonrisa que necesito en mis mañanas.

—Ok, si eso es cierto, en serio debes reorganizar tu vida, yo puedo ayudarte su quieres, paso uno: dejar de ser un imbécil, paso dos:...De hecho no hay más pasos.

Obviamente al gran idiota esto le pareció un insulto, y procedió a hacer lo que mejor sabe.

No recuerdo bien ese momento por que tenia los ojos cerrados, solo recuerdo el dolor que sentí, todas esas patadas y golpes que sentí en todas las parte de mi aún pequeño cuerpo.

Zacked. *Los Elementos*  Chapter. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora