One Shots 《Fifth Harmony y Camila Cabello.》

Mejores amigas. (Camally)

-... Entonces Ashton invitó a Steph, pero Alice se puso furiosa, y entonces fue donde ellos y le tiró la malteada a Ashton- Terminó de decir Camila. 

-Todo un drama, ¿no crees? - pregunté divertida, terminando de comer mi trozo de pizza. 

-No lo creo, hasta yo me pondría así si descubro que Taylor invita a otra chica al baile, y no a mi. - Hice una mueca al escuchar aquello. 

-¿Aun siguen en eso de "ver que pasa"? - Mi voz se escuchó muy baja. 

-Si pero... no lo se, creo que ella no quiere establecer una relación conmigo, quiero decir... ambas nos gustamos, ¿por que no dar el siguiente paso? - se quedó callada para después soltar un suspiro. 

-No se lo que pasa, ¿por que no lo hablas con ella? Creo que es lo mejor. - me encogí de hombros

-Si... creo que tienes razón. ¡Siempre la tienes! 

Camila se abalanzó sobre mi, apretándome muy fuerte. Ambas caímos acostadas en la cama, ella por encima de mi. Se quedó recostada sobre mi, poniendo su cabeza en mi pecho, yo enrollé mis piernas alrededor de ella, como ya tengo de costumbre siempre que estamos así. 

Podía aspirar el fragante olor que su cabello irradiaba, un increíble olor a fresas y kiwi. Su champú favorito. 

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El timbre que indicaba el inicio de la tercera clase sonó. No había mirado a Camila en lo que llevábamos de clases. Seguramente se encuentra con Taylor, ayer tuvieron una mini pelea. 

Recuerdo cuando conocí a Camila. Estábamos en tercer grado de primaria, era mi primer día de clases, después de mudarme de San Antonio, Texas, a Denver, Colorado. Yo estaba sola durante el receso, nadie quiso compartir juegos conmigo. Bueno, nadie a excepción de ella. 

Recuerdo muy bien que yo me encontraba sentada en una banca, debajo de un gran árbol, estaba comiendo el waffle que mi madre había hecho para mi. Desde que tengo uso de razón, son mis favoritos. Estaba por darle el segundo o tercer mordisco, cuando una cascara de banana cayó en mi cabeza. 

-¡Lo siento! - escuché una voz, pero no sabía de donde venía. 

Confundida, voltee a ver a todos lados. Pero yo no logré ver algo. 

-Acá arriba. - escuché nuevamente su voz. 

Cuando alcé la vista, ahí se encontraba ella, sentada en una de las ramas del árbol, con un trozo de banana en su mano. Su característico moño en la cabeza. Sus pies colgaban de la rama, ella los balanceaba des-coordinadamente. 

-¿Que haces allá arriba? - fue lo primero que salió de mi boca al verla. 

-Es mi lugar favorito, ¿quieres subir? 

Recuerdo hacer mil intentos por alcanzar la rama que ella usó para poder subir, pero no alcancé, mis pequeñas piernas no me lo permitieron. 

-No puedo, no logro alcanzar. - una mueca salió de mi rostro, pero una sonrisa se dibujo en el de ella. 

-No te preocupes, ya no parece ser tan divertido este lugar... - también sonreí. 

Sonreí como idiota al recordar aquello. Desde ese momento, nos volvimos inseparables. Camila y yo contra todo y todos. Siendo las mejores amigas del mundo.