Intenté que todo en mi vida siguiera igual, cada día era lo mismo y era una rutina de nunca acabar. Hasta que un día conocí a alguien, él tenía 19 muy recorridos años, pelo negro y de contextura gruesa, se llamaba Max ese momento mi falta de cariño me hizo que yo estuviera con él aunque todos mis amigos me dijeran que él no me convenía.
Pasqui, ese tipo me da mala espina- dijo la cata mirándome a los ojos-
Pero a mi me gusta-objete- no deberías meterte en mi vida.
Le guardaba rencor sin duda, era mi amiga aunque en mi corazón la odiaba más que a nadie, su forma perfecta de ser y lo mucho que me opacaba me hacía sentir mal, ella era buena en todo y yo? Bueno yo no tenía nada bueno que decir.
Un día Max me invito a su casa porque sus padres no estaban, yo inocentemente pensé que íbamos a ver una película así que le pedí a mi madre si podía ir.
Ma, puedo ir a la casa de Max- dije omitiendo la parte en que estaba solo-
Hija te prohíbo que te juntes con ese chico, que no ves que no te conviene el solo te utiliza- me reprocho mi madre-
Tu no puedes mandarme- dije enojada-
Oh claro que si puedo, tienes 14 años, y hasta que vivas en mi casa yo velaré por tu seguridad y tu bienestar y se que él no te conviene- mi madre dijo eso y se fue a su cuarto, cerrando con un portazo-
Era de noche, hacía un frío que dejaba erizada la piel, entonces ahí estaba yo parada en la entrada de la casa de mi supuesto novio. Había salido por una ventana de mi habitación a las 3 de la madrugada y había corrido lo más rápido que pude hasta llegar allí, ahí me esperaba el con una media sonrisa.
Entra que hace frío- hizo un ademán para que entrara-
Su casa era pequeña, seguramente solo vivían 3 personas allí más o menos, tenía en el centro del living una estufa a leña que calentaba todo el lugar. Comenzamos a ver la película que por cierto era " viernes 13", entonces él comenzó a besarme y a tocarme los pechos, tenía miedo mucho miedo pero sentía un sentimiento de adrenalina que no podía describir. Entonces cuando ya estábamos desnudos, me arrepentí. Yo era Virgen y él lo sabía, aun así comenzó a intentar seducirme y lo consiguió. Al cabo de 1 hora todo terminó.
Ya Pascale tienes que irte ahora- dijo Max algo enojado- va a llegar mi novia en cualquier momento.
Pero Max, yo...yo- dije con los ojos llenos de lagrimas- Te amo.
Perdon pequeña pero yo no te amo- dijo poniéndose los pantalones- De verdad lo siento.
Mi mundo se fue abajo, con la poca dignidad que me quedaba, me puse mi ropa mientras lloraba y me fui lo más rápido que pude. Corrí hasta que llegue a un parque cercan a mi casa, Sentía que no quería vivir. El pasto estaba húmedo y frío aun así quise quedarme ahí hasta la madrugada, me sentía sucia, usada y rota verdaderamente había tocado fondo.
Llegue a mi casa y entré por la puerta de atrás mi madre me esperaba sentada en su silla de lectura, entre con los ojos hinchados de tanto llorar.
Enserio crees que puedes salir sin permiso de aquí?-dijo mi madre gritando- estás castigada señorita.
No le preste atención y subí a mi habitación, me sentía una muerta en vida, no quería saber más del mundo así que decidí dormir. Lo que no sabía es que ese día me marcaría por el resto de mis días.
ESTÁS LEYENDO
BORDERLINE
Novela JuvenilPascale era una chica trigueña, con unos grandes ojos marrones, y pequeña de estatura, había vivido miles de cosas a sus tan solo 17 años, ¿poco verdad? Sonrió al verse al espejo, era insegura se le notaba desde lejos y ella lo sabía, miró con despr...