Mis manos no dejan
de escribirte poemas.
Y escribo cada día
para curarme de ti
pero no dejo
de obsesionarme
con tu fantasma.
Mi oscuridad
no deja de llamarte
y nunca antes
había sentido
lo demonios
tan míos.
Oscuridad.
Mis manos no dejan
de escribirte poemas.
Y escribo cada día
para curarme de ti
pero no dejo
de obsesionarme
con tu fantasma.
Mi oscuridad
no deja de llamarte
y nunca antes
había sentido
lo demonios
tan míos.