Desperté con el sol
alumbrando
en mi interior,
volví a vestir a color
y a pintarme una sonrisa
en las mangas de mi suéter
llevo nuestras memorias
junto con mis ojeras y
los insomnios que te dediqué
para guardarlos
en un cofre del tesoro.
Hoy te dejo ir,
hoy te digo adiós
sonriente y melancólica.