Depresión

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Una pequeña luz. Una diminuta esperanza. Sólo necesitaba eso para alejarme de este infierno. Pasaban los meses y comenzaba a desesperarme. No encontraba el final de la cueva. Pero finalmente, para mi sorpresa, pude conseguirlo; aunque, desgraciadamente, no quedaba nadie allí para apreciarlo.

Microrrelatos - Un día por cada florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora