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Zabdiel :

Sonrió mientras la observó comer su helado manteniendo un leve sonrojo en sus mejillas. ____________ es muy bonita, y no me importa si me puede ver o no. Me gusta así como es.

Soy feliz con que me hable y salgamos a comer helado, cuando ella puede.
-¿Sigues aquí? -cuestiona y yo reacciono -

-Si, si, no me he ido -respondo aclarando mi garganta y ella sonríe -

-Te quedaste callado mucho tiempo.

-Estaba viendo algo lindo, por eso me distraje. Siempre la veo y me pierdo del mundo.

-Oh, ¿ya han flechado tu corazón?

La miro mientras sigue comiendo su helado. Parece que no le importa si me gusta alguien más por que no expresa nada en su rostro.

-Si, desde hace cuatro semanas, desde que fui a una biblioteca.

Ella deja de comer su helado mientras el sonrojo en sus mejillas vuelve. Suelto una risita por que se ve graciosa teniendo aquel color carmesí tan fuerte en su rostro.

-¿Estas escuchandote? -me pregunta -

-¿Por qué me preguntas eso? -frunzo mi ceño y ella suspira bajando su helado.

Odio, cuando se siente menos que los demás.

-Te gusta una ciega, Zabdiel. Reacciona, por favor.

-¿Qué tiene de malo que tú me gustes? Explicame por yo no veo nada erróneo en lo que siento por ti.

-Todo. -murmura -

-¿Qué es todo, ___________? -pregunto incorporandome en la banca y ella solo mueve el cono entre sus manos mientras niega con su cabeza. -No me gusta que te sientas menos que las demás personas -digo entre dientes.

-No puedo ver Zabdiel, no puedo verte, no conozco el mundo, ni siquiera sé como es un perro. Seguramente no eres guapo como mi mente lo ha imaginado y solo eres un gordo pervertido y feo.

-¿Crees que me importa si puedes o no ver? Me gustas por que veo algo diferente en ti.

-Sí, que estoy ciega, gracias. -responde irónica.

-No ___________. Deja esa actitud a un lado, lo que te digo es verdad. Me gustas desde que fui con el tonto de mi amigo a buscar un libro. No sabía que tenías este problema que incluso llegue a pensar que me odiabas, pero cuando me lo dijiste no me importó, más bien, me sentí un idiota por no haberme acercado antes y por haberte reclamado tu falta de atención. Me gustas, y no me voy a retractar solo por que tú me lo digas y por que te heches en cara que eres menos.

Suspira. 

-¿Puedo tocar tu rostro? -pregunta luego de un tiempo.

-Está bien -tomo el helado de sus manos y con mi mano libre dirijo su mano hasta mi rostro. Ella inicia tocando mi cabello y baja hasta llegar a mis ojos, mi nariz y por último mis labios.

Sonríe y yo hago lo mismo.

-Por lo menos estoy segura de que no eres un gordo pervertido y feo  -se aleja y yo río-Lamento que tengas que soportar esto, si fuera normal, no creo que haya pedido que me dejes tocar tu rostro.

-Eres normal, y muy bonita.

Niega con su cabeza mientras quita su mirada de mi.

-No soy bonita, no soy normal y mi problema es que el aleja a todos de mí. No sé cómo soy, nunca me he visto.

-Tienes cabello, largo, lacio, color negro. Ojos color avellana, eres morocha y posees una hermosa sonrisa y un sonrojo como el de ahora, que adoro. Ves, eres hermosa, ___________.

-Definitivamente estas loco, Zab, pero no negaré que me gustaría mirarte.

Sonríe.






//Me Gustaría Mirarte // Imagina de Zabdiel //Terminado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora