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Miraba el flujo de movimiento nocturno desde los tejados, personas caminando, los autos pasando en las calles que estaban abajo de mi y uno que otro borracho que se tambaleaba por la acera en busca de un lugar para dormir. Sonreí, presa fácil; era hora de la cena.
Mis ojos se tornaron negros hasta que el color blanco desapareció de mis cuencas, y sentí los colmillos salir de mis encias, solté un rugido, salte hasta tocar el suelo y me avalance sobre el humano que apenas se había percatado de mi presencia y antes de que gritara le rompi el cuello. Mordí, rasgue y rompí la dermis llegando a mi objetivo, sangre.
Sentí el líquido correr por mi garganta,saciando mi ansia.Retire mis colmillos del cuello del hombre y el cuerpo inerte cayó sobre el asfalto.

Pude sentir como la sangre nutria mis músculos haciéndolos más fuertes, podía destruir un edificio justo ahora, mi piel se coloreaba dándome un aspecto más "humano", bueno un humano con increíble belleza y cuerpo delineado, esto nos ayudaba a atraer a las personas, como un pez cegado por la luz para después ser devorado.

Escuche los pasos y las risas de una pareja que se acercaba a donde yo me ubicaba, así que tome el cadaver sobre mi hombro y de un salto subí hacia el tejado de una de las casas.
Tenía que deshacerme del cuerpo así que me quite la chamarra de cuero negro que traía y me quedé solo con un top el cual me ayudaba a desplegar mis alas, unos jeans rasgados y unas botas negras que me llegaban a las rodillas.

Me impulse hacia el cielo nocturno y sixaguee sobre las nubes, me encantaba hacer esto, el viento sobre mi cara y sentir la fuerza y la libertad, lejos de los peligros que había en tierra.
Me impulse más arriba ganando altitud, cerré mis alas y después caí en picada, 150 metros antes de llegar al suelo estire mis alas, planeando entre las nubes, mire hacia abajo y me encontré con una colorida e iluminada ciudad.

New Orleans era el núcleo de los vampiros,humanos que habían sido infectados con el veneno de un vampiro alfa , convertiendolos en chupasangres con los sentidos más agudos que los humanos y una fuerza capaz de demoler un tanque de guerra con solo una mano.

Había diferentes tipos de vampiros; los neófitos, que eran simples vampiros.
Después estaban los Delta, como yo, que al cumplir los 200 años, mutabas en un vampiro con rasgos y características de un animal depredador; yo habia adquirido las habilidades de un águila y al cumplir mi mutación no solo obtuve alas y garras, si no que mi sentido de la vista mejoro aún más y podía ver incluso a una mariposa volando a media noche a diez kilómetros de dónde me encontraba.
Existían otros que se convertían en leones, panteras, osos, incluso tiburones. Todos ellos adquirían características del animal, como velocidad, habilidad en combate o alas como yo.
También existían vampiros alfas, ellos eran los más poderosos de nuestra especie capaces de crear nuevos vampiros y eran los más letales, ya que ellos al cumplir los 500 años, no solo poseían las características de un animal, tambien podian controlar la naturaleza; agua, tierra, fuego y aire. Eran los más raros, porque al ser una especie depredadora estábamos en constantes peleas y muchos morían incluso antes de ser Deltas.

En mi mundo se vivía una constante guerra por la sangre y el territorio. Porque, o te unias a un clan o morias de hambre.

Todo se empezó a complicar cuando los humanos empezaron a morir debido a un virus llamado HTZ, que se transmitía por los alimentos que consumían y afectaba el cerebro de las personas, capaz de matar a la población de una ciudad en cuestión de meses. Debíamos hacer algo en impedir que los humanos se extinguieran y con ellos, nosotros.

Soy Zafira, son un vampiro Delta y esta es mi historia.

SOMBRAS Y COLMILLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora