The palace.

U N O

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MIÉRCOLES
1 de Mayo.

SHAWN

A penas me había levantado, fui al baño , y salí de mi recámara en pijama, me dirigí a la cocina, ahí se encontraban mi padre y mi madre , el rey y la reina, en seguida las miradas cayeron sobre mi.

—Buenos días hijo.

—Buenos días.— respondí con algo de cansancio, seguido me senté en la encimera y empece a desayunar.

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MIA

Llevaba toda la noche despierta, llamaron a mi puerta avisando que mi padres me reclamaban, sentí un escalofrío, me levanté de la cama, me aseé  y me puse un vestido que mis "amadisimos" padres me obligaron a vestir. Abrí la puerta de mi recámara, al salir, mire a cada lado del pasillo sin alguna explicación.

Fui alegremente dando saltos a el despechado de mi padre, ahí me esperaban. ¿Que tendrían esperando para mi ahora? Puff, vaya mierda. Llegue a la puerta del despacho y llame tres veces recibiendo un insólito "pase". Bufé y entre mostrando mi más falsa sonrisa. Ahí estaban, tenían un semblante serio, ambos me miraban.

—Hoy cenaremos con unos duques muy importantes.—informó mi madre. 

—Y tú estarás presente, como futura reina debes empezar a saber como va esto y cuáles serán tus obligaciones.—siguió padre más serio de lo normal.

—Puedes retirarte.

—Adiós padre, adiós madre.— sonreí, salí del despacho y me encamine a mi habitación.

(...)

Los duques acababan de llegar, vestía un hermoso vestido rojo, unos tacones del mismo color y un maquillaje a juego, todo ello iba adornado por una cínica y amplia sonrisa.

Me encamine a la cena, cada paso que daba resonaba por el desolado pasillo, cada uno más firme.
Entre al comedor y me senté al lado de padre observando detenidamente a cada uno de los presentes en la habitación. Rodé los ojos. No eran más que viejos adinerados y despiadados que harían cualquier cosa por tres billetes, cuanta hipocresía plagaba la humanidad. 
Ellos conversaban de política y del reino, el aburrimiento me invadió.

Tras la cena, la cual no preste ni la más mínima atención, mis padres despedían con cortesías a los duques.
La puerta del comedor se cerró de un golpe dejándome encerrada junto a mis padres ahí dentro. Los mire con una sonrisa media. Mi padre se puso frente a mi, elevé mi cabeza mirándome. Se oyó una sonora palmada por todo el comedor, padre me había abofeteado.
Mire a mi madre, que había apartado la mirada, ¡Cobarde! Gritaban mis adentros mientras la miraba. Entonces mi atención fue dirigida a mi padre que me gritaba eufórico.

—¡Creí que te había criando bien!¡No eres más que una deshonra para este reino!¡Como narices vas a querer ser respetada si tú no me das ese respeto! ¡Te dije que era importante!— gritó malhumorado —¡Así pretendes algún día liderar este reino!— decía su padre —¡Al menos podrías a ver disimulado si no ibas a prestar atención! No eres más que un error— la volvió a abofetear —¡Retírate! No quiero ni verte ¡Eres una bastarda! Eres mi más horrible decepción.

Salí corriendo limpiando las abundantes lágrimas que caían. No sabía si quiera que había hecho. Yo no era una bastarda. Yo no era una deshonra para este reino. Yo no era nada de lo que él decía. Yo no merecía estas mierdas.

Desgracia la mía sus padres no pensaban así.

Algún día todo el sufrimiento que ahora estoy aguantando recaerá sobre ellos, de una manera devastadora.
Me acompaño ese último pensamiento antes de caer dormida.

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Palacio de Coragem

NARRADOR OMNISCIENTE

Mientras, Shawn vivía lo que para Mia sería un cuento de Hadas, una vida de lujo.
Él estaba sentado en el frío suelo del palacio, observando él precioso paisaje de la nieve callendo sobre su futuro reino.
Sin preocupación, sin estres , con una sonrisa que pocas veces se plasmaba en su rostro, mejillas rojas, cabellos alborotados.

¿Quien diría que ese era Shawn?

Sé que no está muy bien pero poco a poco irá mejorando, espero que os guste 🖤