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No quería llorar. No ese día.

Lo único que hizo al llegar a casa fue ver su cuarto de muñecas. Uno de los contra para que Chaeng terminara con ella, otro de los contra era ella. Chaeng no la merecía.

No fue difícil, el enojo y la tristeza le estaba hirviendo la sangre. Cerró la puerta de aquella habitación, con llave y esta la enterró en una pequeña maceta. No quería saber nada más de muñecas.

Siempre le decía a Chaeng que ella era su muñeca preferida, y vaya que lo era. Chaeng sonreía, gritaba, saltaba, lloraba, era hermosa a su lado y eso la convertía en la muñeca más linda de todas.

Pero ya no está, y todo por esa estúpida Dahyun.

Recuerda haberse ido del parque enojada, ya en un autobús aprovechó que este pasaba por el parque para ver dónde había quedado la muñeca. La vio sentada en el césped con los ojos cerrados, jugando con hierba entre las manos.

La odia, la aborrece. Aquella cosa mágica del infierno sólo le hizo infeliz esos días.

Y no lo entendía, ¿por qué si la odiaba tanto sentía ese pesar en su pecho?.

Miró a su alrededor, la casa estaba vacía. A estas hora ella estaría viendo una película con Chaeng.

O jugando a los novios con Dahyun.

- Ahggg. Callate Momo. Idiota. - escondió su cabeza bajo un cojín del sillón.

Sí, le estaba matando el remordimiento. La noche estaba fría y obviamente la muñeca ya no tenía dónde ir, sin mencionar que ya no es muñeca. Es un humano. Puede enfermarse y ponerse terrible con aquel frío.

Pero era terca, y por nada en el mundo buscaría a esa niña.

No la quería en su vida. ¿Qué rayos era? De un día para otro su muñeca se volvió real, eso sólo pasaba en películas y sueños.

¡Eso es, estaba soñando!.

Corrió hasta el baño para verse en el espejo y sonreír. Si todo era un sueño al despertar seguiría con Chaeng.

Pellizcó su brazo. Rasguñó su pierna. Mojó su rostro.

No. Nada era un sueño. Seguía sucia de pastel.

Derramó lágrimas hasta que se hicieron las dos de la mañana. Su cuerpo estaba cansado y muerto de frío aún y con las mantas.

No le hallaba sentido a la vida ahora ya que esta siempre giraba entorno a una cosa, y era cuidar a Chaeng.

Recuerda que siempre la acompañaba al colegio y de regreso. Cuando estaba enferma comían helado y pizza sin importar que se pusieran peor. Salía de compras con ella y le compraba sus cosas para que fuera una niña como todo lo necesario para ser feliz, ya que sus padres no son de muchos recursos.

Verla sonreír era lo mejor.

Ni la televisión la distraía, nada llamaba su atención hasta que interrumpieron por noticias.

La foto de una Dahyun algo azul y mejillas rojas apareció en su pantalla.

- Esta adolescente fue encontrada en el parque. Un vagabundo le vio pasar horas en el mismo lugar hasta que se desmayó. La señorita no sabe el nombre de sus padres ni de dónde viene, si la conocen por favor avisen. Necesitamos información. El frío hace hecho de las suyas y su salud es débil.

No supo cuándo pero ya estaba camino al hospital, corriendo como loca con un par de grandes chalecos extras para arropar a la muñeca. Cómo se le ocurrió dejarla sola, la chica apenas y supo que era dolor cuando se golpeó la rodilla.

Se dijo estúpida mil veces por encontrarse desesperada buscando a esa chica. Nadie sabía decirle sobre ella.

- ¿Buscas a la chica con hipotermia? - al fin. Un doctor guapo se cruzó frente a ella, dejándola pálida cuando pronunció eso.

- Si- ¿Tie-tiene hipotermia? - tembló.

El doctor sonrió y le tomó la temperatura con la mano.

- Tú también si no te abrigas. Necesito información de ella. Tu amiga está algo mal...

Desesperada le hizo caso en todo lo que quiso, hasta en cubrirse 15 minutos con una manta térmica.

Ahora a chica en la información no tenía padres, cierto retraso mental y 17 años de edad, ya que eso es lo que le calcula el doctor.

En cuanto la vio, deseo ahogarse en un río congelado. ¿Cómo se le ocurrió dejarla sola?. Estaba dormida, cubierta hasta el cuello de mantas. Sus labios rojos y su piel ya estaba menos pálida.

- Mo...mo. - se sonrieron. Fue una calidad sonrisa. La muñeca la extrañó mucho.

- Duerme...siento haberte abandonado. - acarició sus manos, estaban frías.

- Yo siento haber arruinado tu relación con ella...

Ella. Asintió sin darle importancia.

- Olvidalo. Ahora ya tengo a quien cuidar. - no sabe por qué lo hizo, pero besó su frente.

Bien pensaba hace minutos en matar a la chica. Ahora es lo contrario.

Momo busca un psiquiatra.

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Ok chicxs pueden tirarme todo lo que sea y que esté a su alcance.
Se supone que iba actualizar todo antes del 31 porque estás "libre".

Pero mi navidad se basó en hacer hallacas, acomodar la casa, salir, entrar. Muchas cosas que apenas me dejaron pensar para los caps.

Y como soy floja ni toque el borrador.

Pero bueno.

Diganme qué historia quieren que actualice más y lo haré con gusto.

My Doll -DahMo- (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora