My Doll -DahMo- (AU)

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Momo como "representante" de Dahyun tuvo que firmar unos papeles, ella era a adulta en esos momentos cuando apenas era muy joven, tendría que cuidar a una muñeca adolescente que no sabía nada de la vida.

— Hirai Momo. — pronunció el doctor, seguido de una reverencia, Momo hico lo mismo prestándole atención.

— Doctor.

— Cuando localizamos a Dahyun guardamos unas de sus pertenencias. — empezó, fue a donde su escritorio y tomó una bolsa. — Se encuentra ahí sus prendas, yo las guardes porque me parecía muy asustada su amiga o novia, le prometí que cuidaría de ella.

Momo se sonrojó pero no aplicó a reprochar.

— Gracias, doctor. — pronunció una gran reverencia y le sonrió. — Gracias.

Luego de eso Momo caminó curiosa por los pasillos, quería revisar la bolsa pero algo le decía que era malo. ¿Que pertenencias podía tener Dahyun ahí?. Nada más su ropa y...su collar.

Paró justo unos pasos de entrar a la habitación de Dahyun y suspiró.

¿Qué quería hacer?.

Su vida le gritaba que quería vivir una aventura alocada con esa muñeca, nadie le creería que vivió tal cosa en su vida, quizás le tomarían por loca. Pero la cuestión es que ella lo habrá vivido y sabrá lo que experimentó.

Por otro lado, se sentía más comprometida con Dahyun, es una muñeca que cobró vida, y ahora que sabía lo que el mundo detrás de una casa de plástico le guardaba no iba a dejar que se quedara ahí. Quería que Dahyun viviera, aunque fuera difícil.

Pensó en su sonrisa y por un momento decidió verla más seguido, la chica era joven y necesitaba vivir.

Miró la bolsa y enseguida brilló el cristal su solía adornar su cuello, era de un color azul en esos momentos. Recordaba que tenía otros colores, quizás cada uno significaba algo.

Observó la puerta frente a ella y sostuvo fuerte el cristal.

Aunque Dahyun le arruinó su vida amorosa, no quería arruinar la vida de ella, quizás le enseñaba de la vida y ella se enamoraría y viviría feliz, lejos de ella. Comenzarían de nuevo y Dahyun dejaría de ser una muñeca.

— Es por tu bien...o por el mío.

Guardó el collar en sus bolsillos antes de entrar al lugar y sonreírle.

— ¡Momo!. — le recibió con una sonrisa, tan cálida y llena de sinceridad como todas, esa niña no conocía lo cruel que era la vida, y por un momento Momo pensó que podría mantener eso.

— Traje tu ropa. Iremos de compras, necesitas algo menos...de muñeca. — ambas rieron y Dahyun se empezó a cambiar ahí, frente a ella.

Momo se sonrojó e intentó demostrar indiferencia, pero la chica no tenía ríos interior ya que las muñecas no usaban, sus pechos estaban desnudos antes de que pasará el vestido por sus hombros. Momo tuvo que voltear luego de creer que iba a babear o algo así.

— ¿Nos vamos? — interrogó emocionada, y sin esperar respuesta corrió a la salida.

Momo enserio tenía un largo trabajo.

La encontró afuera y sonrió, era tan linda y pálida, sus mejilla eran tiernas y seguía teniendo ese aspecto de maniquí en sus expresiones.

— Momo, eres realmente muy linda. — dijo de la nada, observando a la gente ir y venir por el hospital.

— Tú igual.

Siguió observando y vio una pareja, se tomaban de la mano lo que hizo que ella viera las suyas, eran normales, se veían aquellas marcas que antes no tenía.

— ¿Qué es esto? — preguntó acercando su mano al rostro de Momo, esta sonrió y la alejó. Dios, sí que era curiosa.

— Son huellas tactilares, te identifican como persona.

— ¿si?. — volvió a ver sus manos y luego volteó a ver a la pareja que rebasaron segundos antes, seguían tomados de la mano. Vio sus manos y luego las de Momo que balanceaban con el caminar.

Hirai se sorprendió al sentir cómo la muñeca tomaba su mano y las entrelazaba, no quiso decir nada ni actuar mal, porque en serio le pareció un gesto muy bonito, pero pensaba que estaba mal visto.

Luego le daría unas clases a Dahyun sobre la sociedad.