Simplemente me enamoré

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Maximiliano.
Vi por la ventana el auto de Abigail aparcado. Sonreí ante eso, me creyó, había llegado. Es hora de que mi plan de marcha.
- Max-gritó. Seguido entró a la sala sin permiso. Sonreí mucho más. .
- Aquí estoy-grité desde la sala.
- Qué ha pasad...-me miró fijamente-por favor dime que no me mentiste. Sabes que te mato si lo hiciste.
- Te mentí-sonreí lo más dulce posible.
Empezaba a sonrojarse, estaba enojada y era linda. Me gusta cuando se enoja. Es sexy.
- Eres un hijo de pu....-grito, vino para golpearme pero la agarre-sueltame, idiota, te voy a matar.
Yo por mi parte no paraba de reír, me causaba gracia lo tierna que era.
- Shhhh, tranquila-sonreí, acto seguido se tropezó tratando de pegarme y cayó a mis brazos. Estuvo frente a mí nuevamente. La beso o no la beso. Miré sus labios, mojados, entreabiertos. Quiero hacerlo.
-Quieres correr, Clasissa ya está en casa-idiota, porque dije eso, porque no la besé.
-Si claro, creo que es mejor eso antes de que te mate.
Estaba nerviosa, por eso dejó pasar lo que acaba de casi suceder.
La saqué a pasear en mi Lamborghini. Clarissa ha vuelto a casa. Puse la música a todo volumen y corrimos muy rápido. Abby tenía miedo al principio pero luego se le fue pasando. Sonó en la radio NO TE CREAS TAN IMPORTANTE. De Viang Yovi. La cantamos tan fuerte, sonreímos todo el camino. Recorrimos la ciudad entera de Hollywood cantando.
Luego fuimos por un helado, ella por supuesto dulce de leche.
Se veía hermosa, en ese momento mi mundo se vino abajo. Me di cuenta de algo. Me enamoré de Abigail. No puede ser, ahora todo me queda tan claro, desde que apareció en mi vida no he vuelto a fumar, casi no tomo.
Ella es causante de eso, hace que me olvide de todas esas cosas.
Estaba confundido, necesito hacer algo. La llevé a su casa y luego llamé a Matias, le conté lo que me pasa. Me dijo que tiene un nuevo compañero en clases que no para de hablar con ella y que dicen que ese chico está enamorado de Abby.
Se me subieron los celos, sí, sí y sí, definitivamente me enamoré de Abby. No puedo dejar que ese chico me la robe.
El día del baile llegó, eran las 7:30pm, estaba camino a casa de Abby. Me puse un smoking. Me peine, sonreí ante eso. Me puedo imaginar a Abby con un vestido. Cómo se vería, hermosa eso es obvio.
Aparque a un lado de la carretera. Toque varias veces el timbre de su hogar. Abrió la madre de Abby.
- Hola.
- Hola. Cómo está Maribel-le dije.
- Muy bien, pasa, ya llamo a Abby para que baje. Estás en tu casa.
Entré a la sala a esperar, luego de dos minutos se escuchó el caminar de alguien. Volteé para ver. Diablos, mi pequeño mundo se vino abajo.
-Hola-dijo Abby.
Traté de hablar pero no me salían las palabras. Llevaba un vestido negro ajustado por la rodilla, unos zapatos combinados y el cabello suelto con rulos, se hizo rulos, es simplemente hermosa.
- Maximiliano.
- Emmm, sí, hola.
- Nos vamos-me dijo Abby sonriendo.
- Vamos.
Llegamos al baile, era hermoso, nos tomamos una foto juntos. Vi a Lucas con Isabel. Los dejamos solos un momento y luego fuimos a saludar.
Traje vino para tomar un poco. Mientras fui a traer de beber observé a Abby en la pista de baile con un chico rubio, de ojos verdes. Estaba agarrandola de la cintura, se me subieron los humos.
- Hey Abby, aquí está la bebida-dije.
- Mira, él es Daniel. Es mi nuevo compañero, en mi antiguo colegio estuvimos juntos. Emmmm ya sabes...
Mierda, es su ex. Esto no puede estar pasando.
- Mucho gusto, mi nombre es Maximiliano Michaels.
Lo apreté fuerte de la mano y no lo solté.
- Max, Max ya basta. Vamos a bailar.
Me di la vuelta y lo miré, algo así no podía desaprovechar. Quería bailar conmigo.
- No quería bailar contigo-me dijo luego de que nos alejamos-solo te quería alejar de él.
-Ouch, porque eres tan cruel-sonreí.
La sostuve de la cintura, sonó una canción lenta, no pude evitar sentir todo aquello, me enamoré de verdad. Lo sé.
La acerqué más a mí, su perfume rozando todo a su paso. Su rostro cerca del mío. No me pude controlar.
- Al diablo, no puedo.
- No puedes que...-me dijo.
No le deje terminar de hablar, la besé. Y vaya beso, en medio de una pista de baile, me devolvió el beso, dejó abrir su boca para poder seguir. Fue aumentando, con cada paso. Quería más de ella, la quería a ella, me enamoré como un loco.
-Wow - dijo.
No pude controlar lo que salió de mi boca.
- Quieres ser mi novia Abby?
Todos nos miraban, al parecer lo grité sin darme cuenta.
-Me enamoré de ti, te quiero a tí-no puedo creer lo que acabo de decir. Es como si un nudo en la garganta se haya aflojado.

Hasta que la muerte nos separe(COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora