De compras!!

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Que difícil es estar enamorada, te ilusionas y te rompen el corazón. Es difícil ver a Max todos los días, verlo con esa...ashh, verlo con Alejandra comiéndose. Claro que trata de disimular cuando estoy allí. Como para que no me lastime tanto.
Pero no lo logra, nunca lo hará.
La verdad es que me encantó cuando me defendió, me autocorrijo, cuando nos defendió. Danna ya es una vida dentro de mí.
Ha pasado casi dos semanas, lo único que me molesta es que los días parecen eternos. Cada día me doy cuenta de que amo más a Maxi. Y eso duele.
Hoy quedé con ir al shopping con Isabel. Iremos a comprar cosas para mi niña que está en camino.
Está un poco nublado, creo que va a llover, pero como Isabel es tan insistente, acepté ir.
Sonó el timbre, me imagino que es Isabel. Bajo las escaleras lento para abrir.
- Holaa!!!
-Hola amiga-sip, era ella.
- Estás lista para ir-estaba con una enorme sonrisa.
- Claro, vamos.
Subimos al auto. Isa no paraba de sonreír, cantaba las canciones de la radio, ella odia hacer eso, definitivamente algo raro pasa.
Rompi el silencio.
- Oye, me dirás que te pasa, porque tienes esa sonrisa de boba en la cara-dije un poco nerviosa.
Me miró de reojo.
- Ashh, está bien. No aguanto las ganas de contarte-se presionó la boca emocionada.
- Habla-dije.
- Lucas y yo ayer lo hicimos.
Wow, esto me sacó una sonrisa. Al fin, ya era hora.
-Queeee, cómo fue.
- Fue tan lindo y salvaje, lo amo, no te contaré los detalles amiga, así que te aguantas.
- Bla, bla, hablerías mujer-sonreí.
- Bueno, primero nos besamos y luego me puse pervertida y le saqué la camiseta y todo pasó tan rápido que....estoy feliz-gritó.
Nos echamos una carcajada, nos hacía falta esto, una platica de amigas y locuras. Las echaba de menos.
Llegamos al centro de Hollywood, fuimos a las mejores tiendas en busca de ropas, elegí algunas para mí y mi bebé.
-Qué tal esta-dijo Isabel mostrándome una lancería que se encontró.
- Para-sonreí.
- Pues para estrenarlo-me guiño un ojo.
- Está hermoso, te aseguro que Lucas se volverá loco-susurré.
Nos echamos unas risitas traviesas, vaya, cualquiera diría que estamos locas.
- Mira-me dijo Isabel por una ropita para bebé.
Era un vestidito rosa que llevaba consigo unos zapatitos de tela rosa también. Me enamoré al verlos.
Por supuesto que me lo compré, de pasó llevé unos moños rosas para el cabello para combinarlos.
Sonó el celular de Isabel.
- Hola - contestó.
- Ahorita, pero estoy de compras con Abby, ashh está bien.
- Qué ha pasado - pregunté.
- Mi madre quiere que vaya por Lucía mi hermana, se descompuso la camioneta de mi mother y tengo que recogerla.
- Ve, yo veré unas cuantas más y tomaré un taxi.
- No quiero dejarte amiga-me dijo.
- No te preocupes, no hay problema.
La verdad es que al principio del viaje me pareció aburrido pero luego me emocione al buscar las cosas para Danna. Suspiré.
-Llámame cuando llegues a casa-me dijo Isa.
- Vale, yo te llamo.
Nos despedimos con un abrazo y se fue.
Al cabo de una hora salí de las tiendas, estaban cayendo unas gotas de lluvia.
Tengo que caminar una cuadra para esperar el taxi.
Con todas las cajas que llevaba me hubiera ido con Isabel cuando se fue.
Tropecé en medio de la plaza y se me cayeron las cajas.
Mierda, mierda, mierda.
Me arrodillé a recogerlas antes de que se empapen con la lluvia que caía más fuerte. Alguien se arrodilló a juntar conmigo.
Levanté la vista.
- Max - susurré.
- Hola - sonrió.
Me quedé en silencio.
- Vamos, te estás mojando, puedes enfermarte y la niña también. Te llevaré a casa.
- No, sólo necesito que me acerques a la parada de taxi, yo iré por mi cuenta luego.
- Abby, no seas así.
- Así como-pregunté.
Suspiro.
Nos quedamos en silencio viendo como llovía sobre nosotros. Las cosas ya estaban mojadas, tendré que lavarlos todos cuando llegue.
Suspiré y di un paso para irme de ahí con las cosas.
-Abby - dijo Max.
Caminé otro paso más y se me resbaló el zapato. Estaba a punto de caer, solo pensaba en proteger mi estómago.
Max saltó a tiempo y me caí entre sus brazos. Las cosas habían caído al suelo. Y yo pues, caí en las manos de él.
Estaba muy cerca de mí, traté de levantarme un poco para salir de él pero solo hizo que nos acercaramos más. El olor de su perfume llenaba mis fozas nasales. La lluvia lo sacaba de la piel.
Me acercó un poco más a él. Me quedé parada ya, podía salir de su agarre, pero algo dentro de mí deseaba quedarse allí.
Acercó su rostro al mío, no dijimos palabra.
- Max - susurré.
Me atrajo hacia él con fuerza y nuestros labios se combinaron formando uno solo.

Hasta que la muerte nos separe(COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora