Capitulo 1. Argentina no es solo una canción de amor

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Era 1995, un año lleno de retos y problemas para mí, tenía 18 años y un corazón libre, estaba atrapada en los designios de una familia muy autoritaria, tenía neumonía, crónica e inexplicable; me la pasaba más tiempo hospitalizada que libre, mi neumólogo me dijo que sobreviví de manera milagrosa a mi último episodio de gravedad. También me dijo que mientras estuve interna su esposa, Psicóloga de turno del hospital, había estado observando a mi familia y a mí; - Tal Vez deberías hablarle, según ella tu enfermedad, es tu cuerpo reaccionando a la desesperación de tu mente-. Cualquiera podía verlo, mis padres eran como Stalin y Franco, pero sin el glamour de los dictadores famosos.

A pesar de mi enfermedad, llevaba una vida bastante normal, era universitaria, trabajaba pero de cuando en cuando recaía. Mi familia era súper católica y ultra conservadora, así que la mayor parte de las cosas interesantes y divertidas de la vida estaban prohibidas o estigmatizadas porque podrían acabar volviéndome puta, miserable o una condenada al infierno. Así que no había fiestas, ni cosas de jóvenes, salvo que yo las realizara en la más absoluta clandestinidad; el plan de mi madre era simple: yo estudiaría una carrera aburrida, trabajaría en un banco de 8 am a 6 pm, me dedicaría a cuidar a mis padres de 6- a 9 pm, los fines de semana serviría a la Iglesia devotamente por lo tanto nunca me casaría, ni tendría chance de hacer nada con mi vida, se supone que todo esto sería de manera voluntaria y llena de gozo.

Me gane muchas palizas, regaños, desplantes, torturas porque mi espíritu se negaba a morir; como es natural en el reino del aburrimiento el Rock era considerado música de satanás, mi mejor amiga Patricia era para mis padres la reencarnación de todas las malas mujeres de la biblia y todas mis ideas estaban fuera de lugar. Yo vivía como drogada, mi vida pasaba por delante, como si le hubiera alquilado mi alma a otra persona, una persona que si tenía permiso de vivir. Siempre he sido una chica guapa, alta, con un poderoso trasero latinoamericano así que, aunque estuviera prohibida toda vestimenta sexi; hasta los sacos y talegos sin forma que me compraba mi madre me iban de maravilla.

Nunca había tenido novio, era consciente que era la chica a la que no dejaban salir; la rara, la inteligente y que mi virginidad era un trofeo para los patanes de mi barrio y de la universidad. – No sé cómo lo soportas Adra, a veces temo que te casarás con el primer idiota que te lo proponga – Decía Patricia mientras fumábamos en el tejado de mi casa. – Deberíamos huir apenas llegue tu cédula; ¡me caso con Martín y tú te vienes a vivir con nosotros serás nuestro bebe! – Seré como la mascota de un par de recién casados calientes!! - Solía decirle en broma. En Colombia mi país te haces adulto a los 18 años, tramitas tu cédula que es un papel que te da derecho a muchas cosas, en aquel tiempo ese documento se demoraba meses en llegar. Sí, yo era una chica colombiana de los noventa, de clase trabajadora, viviendo en una sociedad muy difícil. El país se reventaba. Las noticias eran tan duras, las masacres, los pueblos devastados, la gente que huía de la guerra llenaban los periódicos, la radio, la tele....

Mi padre trabajaba muy lejos de nosotros en una zona peligrosa plagada de guerrillas y grupos paramilitares; era técnico minero, hacia un trabajo arriesgado y difícil que solo él sabía hacer; así que ganaba buen dinero, pero lo veíamos tres veces al año. Mi madre llevaba toda la carga del hogar y la crianza de mis hermanos. Estaba llena de estrés, de trabajo y de sueños rotos. Cuando me canse de pelear con ella, la paciencia se volvió mi forma de vida y no hay forma peor de vivir; te vas muriendo lentamente. Mi única pasión era la música, amaba el Rock, adoraba en especial a la banda Bon Jovi, su música y estética eran fabulosas; soñaba con ir a un concierto, es más si lograba ir a un concierto de la banda y moría al otro día, habría valido la pena cada segundo.

Para noviembre la banda daría un único concierto en Bogotá y Patricia tenía entradas. – Tienes que ir, es la oportunidad de ver al amor de tu vida en persona. Decía agitando los boletos de mano en mano; - Tu sabes que mi madre jamás me dejará ir, no me deja ir a la disco menos a otra ciudad y si me escapo me matará. Ella replicó – Ya eres mayor de edad, si no vas te matare yo-. Fui a la registraduría por enésima vez a preguntar por mi cédula, había ido tantas veces que el hombre detrás del mostrador la tenía lista, al fin se libraría de mí.

Para el 15 de octubre me arme de valor y le pedí permiso a mi madre, mis notas en la universidad eran las más altas, mis labores estaban perfectas, trabaje duro en la Iglesia y rece cada rosario con devoción; hice tantos méritos que creí que al fin ella me trataría como a un ser humano, pero todo termino en una discusión horrible, tan subida de tono que mamá tomo todos mis discos y los quemo. Así terminaron derretidos los vinilos de los álbumes más fantásticos como "slippery when wet", Keep The Faith y el que más me dolió "These Days". Yo había ganado cada centavo para comprarlos, eran como un tesoro lleno de libertad y fantasía para mí. Mamá se sintió culpable, pero estaba segura que era lo mejor, se convenció que lo que el cura en la iglesia dijo acerca de la canción "Hey Good" era verdad y que toda mi rebeldía venia de allí.

No llore, algo dentro de mí se secó. Y entonces decidí que era mejor pedir perdón que permiso. Faltaban 15 días para el concierto de mi vida, la historia debería terminar aquí con un final feliz de la chica que se escapa y rockea hasta el amanecer, pero no fue así. Faltando 10 días para el concierto Patricia me llamó desconsolada llorando, mi madre convenció a su abuela de vender las entradas y donar esa plata a los más necesitados, La tristeza nos invadió. El novio de mi amiga se enfureció tanto con nuestra situación, era tan injusto. Hizo muchas llamadas, pero no pudo conseguir boletas, para el concierto en Colombia; ¡pero...un amigo podía venderle entradas para el concierto del 4 de noviembre en Argentina!!; los pasajes aéreos eran muy caros para nuestros recursos y el viaje en autobús tardaba 7 días....


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Mi Amigo Intimo (Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora