× ċatօʀċɛ ×

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Él sonido de los rayos era lo único que se escuchaba alrededor, las hojas de los árboles se movían con violencia debido al viento y él aullido de los lobos no ayudaba en nada a calmar él ambiente tenso que se encontraba dentro de la cabaña.

— ¡MALDITA SEA! — Gritó una voz grave.

Él chico que se encontraba a su lado se tenso más de lo que ya estaba y mordió sus labios para no soltar algo indebido.

— Repitelo — Ordenó la voz de nuevo.

— L-La mujer t-tuvo un a-accidente, señor — Tartamudeo uno de los payasos retrocediendo un paso al observar al hombre frente a el levantarse — A-Al parecer tiene que estar en... En el h-hospital por un tiempo.

La mandíbula del hombre se tenso más de lo que ya estaba, arrojó un vaso haciendo que este se hiciera trizas contra la pared.

— ¡Vete! — Ordenó y de inmediato, él payaso salió corriendo como alma que se la lleva él diablo.

Él ambiente se torno pesado y hasta cierto punto inquietante. Él pálido se armo de valor para hablar y tomó una bocanada de aire.

— ¿Señor? — Preguntó acercandose al hombre que estaba de pie con la vista perdida en el suelo — ¿Qué quiere que haga?

Él hombre levanto un poco él rostro, la capucha seguia ahí sin embargo apenas unos rasgos se alcanzaban a ver y con ellos una máscara de medio rostro.

— Esto no estaba planificado, maldita sea esto solo nos ha atrasado — Se quejó apretando sus puños — El acto principal estaba previsto para mañana, con esto todo se fue a la mierda.

Min respiro y observo por la ventana, las gotas de lluvia comenzaron a caer sin tregua, dando paso a una tormenta que se veía imponente.
Un recuerdo cruzó fugaz su cabeza y observó de nuevo al hombre.

— Señor... ¿Usted dice que el día que más odia fue un 13 cierto? — Preguntó acercándose un poco — ¿No sería esto una oportunidad?

— ¿A qué te refieres? — Interrogó el hombre con confusión.

— Esto es como una improvisación en el escenario, cuando hay una falla se arregla con un truco bajo la manga — Comentó llevando su mano al pecho.

— Explícate — Ordenó el hombre.

— El accidente nos ha dado tiempo para revisar fallas y dejar todo impecable, además nos ha dado la oportunidad de hacer el acto principal algo inolvidable ¿Qué mejor fecha para celebrar un reencuentro que el día de la despedida?

Ahí fue cuando él hombre formo una sonrisa gatuna, llevó su mano, cubierta por un guante, a su barbilla y se sentó en él sillón detrás de él.

— Vaya, vaya, no me equivoque contigo Min Yoongi, eres él indicado para esto — Halagó soltando una fría carcajada — Ante una falla se saca un az bajo la manga, eres todo un genio chico, tienes razón, que mejor día para un reencuentro que el día de la despedida.

Yoongi sonrió cínicamente e hizo una reverencia con la mano aún en él pecho sacando una carta con un bufón en ella, la dirigió al frente haciendo que él hombre observar la carta.

— El pequeño ratón pronto caerá en las fauses del león — Comentó antes de arrojar la carta.

Se reincorporó y avanzo hacia la salida no sin antes escuchar unas palabras que le helaron él cuerpo.

— Te has ganado él premio de acabar con él conejito.

Pasó saliva pesadamente y salió de la cabaña cerrando la puerta con fuerza, sintió las gotas empaparlo inmediatamente pero sólo comenzó a caminar lento. Sentía un nudo en su garganta y su pecho comenzó a doler.

°• Circus Μάσκα •°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora